Inversiones extranjeras, un mal en lugar de un bien
Bienvenidos al país del uso y abuso
El presidente invita a los inversores
a “usar y abusar” del país
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Ningún país está libre de la necesidad de recibir inversiones extranjeras. Sin embargo, lo que debiera de ser un bien, en ocasiones se convierte en un modo de expolio de las economías. Eso es lo que está sucediendo en Paraguay.
“América Latina se ha convertido en la región más cotizada, según las inversiones extranjeras que recibe. Este crecimiento en los últimos años se ha dado especialmente en la minería, el agronegocio, las finanzas y otras de carácter especulativo.
El incremento se debe a la gran demanda que China, hasta ahora, ha tenido de materias primas”, dice un reciente informe de Alai-América Latina.
Brasil es el principal destinatario de las inversiones extranjeras en la región, seguido de Chile y Colombia.
Por sectores, el que más atrae es el minero, con el 51 por ciento del total. Brasil, a pesar de ser una potencia minera mundial, solo representa el 13 por ciento en este ramo: más del 38 por ciento de las inversiones foráneas se radicaron en su sector industrial.
Estas inversiones directas extranjeras reciben, sin embargo, un trato muy diverso según sean los países.
China impone reglas, América Latina no
Para expoliarnos mejor
En Estados Unidos sólo se aceptan si benefician a los monopolios del país. En China las leyes impiden que los inversionistas se lleven las ganancias.
En América Latina, en cambio, las reglas, además de variar mucho según cada lugar, son muy flexibles, y favorecen al inversionista extranjero.
En este sentido la CEPAL ha recomendado que los gobiernos impulsen políticas que vinculen el enorme flujo de inversiones con cambios estructurales en sus economías.
También advierte que las inversiones directas extranjeras pueden crear condiciones muy desfavorables de dependencia si no se regula sabiamente la entrada de capitales.
Paraguay parecería ser, según el gobierno, el destino preferido de abundantes capitales privados.
Su presidente ha invitado a los inversores a “usar y abusar” del país.
Sin embargo, las inversiones serias hace tiempo huyeron de Paraguay.
Ahora nos llegan las expertas en “usar y abusar”. ¿Vienen a quedarse o, cuando hayan abusado, se irán?