La conformación de una base sindical en la granja, surge para tratar de subsanar una serie de irregularidades laborales, sobre todo en lo que refiere a condiciones de Salud y Seguridad en el local de trabajo, además de otras cuestiones que atañen a las leyes laborales.

Esta decisión de los trabajadores de organizarse sindicalmente, hace poco más de un mes, no agradó a la patronal.

El 7 de diciembre representantes de la dirección de la empresa agredieron física y verbalmente a delegados sindicales que realizaban una manifestación pacífica en la entrada de la granja para forzar una negociación.

Germán González, secretario general de la Unión de Trabajadores Rurales y Afines del Sur del País (UTRASURPA) que representa a los obreros de la avícola, contó a La Rel que desde que se formó la base sindical han tenido varias reuniones con representantes de la empresa con el objetivo primario de regularizar las anomalías presentadas en la avícola. Ninguna con efectos positivos.

De ahí surgió la movilización. “Fue un piquete pacífico para que la patronal accediera a negociar en primera instancia el tema de las horas extra”, indicó el dirigente.

González aclaró que en esta avícola obligaban a los trabajadores a realizar horas extraordinarias, “algo completamente ilegal” y que esa era la principal reivindicación, que se regularice ese punto.

“Hasta que no haya una respuesta de la empresa en relación a la regularización de las horas extra, los trabajadores solo trabajarán las horas correspondientes a su jornal”, explicó.

En respuesta, la empresa realizó de forma arbitraria y unilateral un cambio en el horario laboral que afectó a todos los afiliados al sindicato.

“Después de eso tuvimos una reunión bipartita con el representante de la granja en las oficinas de la Rel-UITA. Al no llegar a un acuerdo, manifestamos que mientras estuviésemos negociado paralizaríamos la producción durante las horas de negociación”, señaló.

Los trabajadores relatan que el lunes 7, mientras llevaban a cabo su piquete, fueron agredidos por el patrón, Luis González. Uno de ellos, Fabián Gutiérrez, sufrió una lesión en su mano derecha.

Alejandra Tor, una de las empleadas presentes, relata que el patrón irrumpió a los gritos y diciendo cualquier clase de improperios, además de desprestigiar al sindicato, “lanzando mentiras como que habíamos agredido a otra compañera no sindicalizada para posteriormente emprenderla a patadas contra el compañero Gutiérrez y echarnos a todos los que ahí estábamos”.

“A mí me trató de prostituta, al tiempo que se tomaba las partes íntimas”, manifestó Tor.

El Sindicato efectuó la denuncia penal correspondiente, y otra ante el Ministerio de Trabajo.

Según indicó Leonardo Pérez, trabajador y testigo de lo sucedido, “el patrón es una persona con la cual no se puede dialogar y el resultado de este piquete es una prueba contundente de ello”.

Luis González, además, acostumbra recorrer la granja armado. “No sabemos qué clase de reacción puede llegar a tener”, subrayó.

Los trabajadores cuentan que decidieron formar el sindicato a partir de que sus reclamos surtieran poco y ningún efecto ante la patronal.

“Por las buenas solicitamos uniformes y calzado adecuados porque trabajamos con cantidades industriales de amoníaco; carecemos de un lugar para almorzar; nunca fuimos consultados acerca de las horas extra; falta protección en las conexiones eléctricas, yo sufrí un accidente vinculado a una descarga de energía que me lesionó el brazo de por vida”, denunció Pérez.

Gutiérrez acotó que la patronal se resiste a la formación del Sindicato, “más que nada por miedo, ya que tiene todo de forma muy irregular”.

“Hasta la fecha no logramos ningún tipo de acuerdo. Tenemos agendada una nueva reunión para el lunes 21, en la que esperamos que el Ministerio de Trabajo tome medidas al respecto”, indicó Germán González.