los pequeños comercios, las pequeñas industrias, etc.
Por eso
Estados Unidos es un país rico y América del Sur no. Porque allá,
desde el comienzo, predominó la cultura campesina y aquí la del
latifundio.
¿Qué es lo que quiere el latifundista? En primer lugar no quiere
producir comida, ya que él tiene plata y puede traer comida de la
“Cochinchina”
. Lo que quiere es
producir más dinero, mante-
ner y ampliar su poder, entonces producirá solamente aque-
llo que en las condiciones locales le rinda mayor lucro
. Produ-
cirá solamente café, o sólo caña, o coco, o tendrá solamente gana-
do.
Son actitudes distintas: uno quiere ganar dinero, y el otro
quiere una vida buena. En definitiva, ¿qué es lo que interesa,
el dinero o la vida? Donde predomina el latifundio encontra-
mos siempre una proporción muy pequeña de población muy
rica y el resto muy pobre. Es que el latifundio necesita de esa
gente pobre.
El sistema
hegemónico
Hoy somos unos seis mil millones de personas en el planeta.
Un
20 por ciento de toda esa gente vive en sociedades de consu-
mo
barbario
, de orgías energéticas, modelos absurdos y suici-
das. Ese estilo de vida, que no es sostenible ni para ese 20 por
ciento, depende de la miseria de los demás, de la explotación
de las materias primas de los demás y del trabajo mal pago
de las inmensas mayorías.
La doctrina económica y ecológica
que hoy prevalece miente al decir que todos podemos vivir como
PRODUCIR MÁS,
COMER MENOS
En el pasado, nuestros colonos muchas veces
no tenían plata, pero tenían la despensa llena.
No les faltaba nada porque lo producían todo.
Cuando uno mataba una vaca compartía con
los demás, eran estructuras solidarias que
permitían comer bien, con o sin plata. Hoy,
en la gran ciudad, si no tienes dinero te
mueres de hambre.
Sin embargo se le ha impuesto al campesino
que lo que interesa es ganar dinero; por eso
campesinos que aquí en el estado de Rio
Grande do Sul tenían una agricultura
diversificada y vivían bien, pasaron a plantar
sólo soja y quebraron. El banco les quitó todo.
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