Dolores Ayas nació hace 57 años en Granada, Andalucía, pero a los doce años tuvo que emigrar para ganarse la vida -“como los pobrecitos que vienen ahora de África”, dice-. Trabajó en el campo, en Almería, Lérida y Francia, hasta que finalmente se instaló en Mallorca donde entre los años 60 y 70 ocurrió una fuerte expansión del turismo y hubo mucha demanda de mano de obra. Ahora, y desde hace más de 30 años, se desempeña como camarera de piso en Playa de Palma, Mallorca.