Página 71 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

Versión de HTML Básico

71
AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
I
INFOAGRO COLOMBIA
89
I
SEPTIEMBRE
2013
que hay que tener en cuenta es cuáles son
las nuevas realidades que se están movien-
do en el país. A veces ponemos el énfasis en
unas cosas que al final de cuentas no son
las verdaderas realidades que vive el país.
El paro cafetero es un punto de inflexión
en la lucha social en Colombia. Vimos ayer
a empresarios con trabajadores oponién-
dose a los TLC con Corea y Turquía en el
tema siderúrgico. Eso es lo que se está mo-
viendo en Colombia, ese es el nuevo eje de
la movilización, que es lógica frente a una
situación tan violenta como la recoloniza-
ción, el neoliberalismo, las políticas de las
multinacionales, del capital financiero in-
ternacional.
Lo que tenemos, por tanto, es un cam-
panazo que permite mirar las nuevas con-
tradicciones en la sociedad colombiana y
hacia dónde hay que marchar, porque us-
ted puede considerarse de izquierda, pero
terminar aislado frente a las movilizaciones.
La izquierda colombiana está enfocada en
otras cosas que por supuesto necesitan
atención, pero frente a este fenómeno que
irrumpe en la lucha social creo que existe
un rezago de muchos sectores.
Más que una crítica es un llamado, una
invocación para que entre todos nos sin-
tonicemos y logremos llevar todo esto por
mejor cauce.
AURELIO SUÁREZ
, Fundador y director de Unidad
Cafetera y la Asociación Nacional por la Salvación
Agropecuaria.
Notas:
1 Nombre atribuido a las consecuencias perjudiciales
provocadas por el aumento significativo en los ingresos
de un país. Puede ser el resultado de un notable repunte
de los precios de un recurso natural, la asistencia externa
o la inversión extranjera directa, teniendo como resulta-
do la revaluación de la moneda nacional, lo que genera
impacto en las importaciones.
Es una especie de café nativo de África occidental. Es
más fácil de cuidar y más barato de producir.
LA DESCOMPOSICION DEL CAMPO
COLOMBIANO
Aurelio Suárez Montoya
Bogotá, mayo 6 de 2013
El sector agropecuario está en momento
crucial de su historia. Se juega la supervi-
vencia, comprometida desde la apertura
del siglo pasado y por las reformas de li-
bre mercado. Ésta, eliminaron institucio-
nes de fomento, crédito, investigación y
asistencia técnica e instrumentos como
préstamos e insumos subsidiados y pre-
cios de sustentación.
Cultivos transitorios, algodón, avena,
soya, sorgo, cebada, trigo y maíz quedaron
reducidos a mínimas expresiones. En len-
teja, garbanzo y fríjol, se perdió la autosu-
ficiencia que no se recuperó con el sistema
de franjas de precios, implantado en 1995,
para catorce cadenas productivas.
Durante diez años, las esperanzas ru-
rales se cifraron en productos tropicales y
ganadería. Fundados en la “ventaja com-
parativa”, se les pronosticaron el Edén en
los TLC. Los datos recientes muestran que
dichas predicciones fueron fallidas y que a
la importación recurrente de leguminosas,
cereales y algunas oleaginosas se suman
ahora las de café, cacao, azúcar, lácteos, car-
ne de res y pollo.
Casi todo el consumo interno de café
es traído de Ecuador y Perú, y quién sabe
de dónde más; también se importa tanto
el 15% del cacao y un porcentaje igual de
azúcar, sin contar la fructosa, sustituto para
ciertas aplicaciones. Con relación al sector