Página 70 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
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INFOAGRO COLOMBIA
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SEPTIEMBRE
2013
en el campo, y un millón adicional relacio-
nado con la actividad.
DIGNIDAD CAFETERA
da
: Para terminar, el movimiento que he-
mos visto lo dirige “Dignidad cafetera” que
logra convertirse en el interlocutor válido
por encima de la Federación. Dos preguntas:
¿Podría ser esta la semilla de una institución
democrática de campesinos que pueda in-
terlocutar con el Estado de una manera sis-
temática?, y ¿No le pareció muy tímida la
actuación de los grupos de la izquierda co-
lombiana dada la magnitud del paro?
AS
: Esto que pasó no es nuevo, aquí hay
sectores políticos y sociales que tenemos
un trabajo en el sector cafetero desde hace
décadas, le puedo asegurar que buena par-
te de los dirigentes que estaban en los dis-
tintos campamentos –se llegaron a tener 24
campamentos con un promedio de 95.000
caficultores por día, teniendo en cuenta la
rotación (unos estaban un día y luego lle-
gaban otros) pudieron participar 200 mil–
que son los que participaron en el paro del
95 por la condonación de las deudas, en el
2001 por un apoyo gubernamental para la
caficultura. Sin duda hay un aprendizaje,
lo que pasa es que en la medida en que se
agudiza el problema más gente se suma.
Pero, es indiscutible, también hay secto-
res nuevos: en el Huila esta vez se moviliza-
ron el doble, lo del Cauca también fue im-
portante, así como lo de Nariño; Antioquia
se amplificó con respecto a otras jornadas,
pero la verdad es que existe unmovimiento
desde inicios de los 90. Jorge Enrique Ro-
bledo, Fabio Trujillo Agudelo y yo funda-
mos la Unidad Cafetera, a partir de allí co-
menzó un movimiento que sigue vigente,
al que se suman nuevos sectores. Me llamó
la atención que el Gobierno quiso hacer pa-
recer este movimiento como algo espon-
táneo, pero yo diría que Dignidad Cafetera
–que es la confluencia de Unidad Cafetera
con grupos independientes del Huila, An-
tioquia, sectores empresariales de Caldas–
es la “Mane del café”, como la llamé en una
entrevista para que la gente identificara un
poco su naturaleza. Así como la Mane, en
Dignidad Cafetera, ante la crisis comienzan
a surgir nuevos dirigentes con distintos orí-
genes. Hay algo que vale la pena reseñar:
cuando los helicópteros del ejército sobre-
volaban los campamentos, los campesinos
les sacaban la cedula cafetera, diciendo:
“Aquí los que estamos somos cafeteros”.
Frente a la crisis hace muchos años se
viene formando una corriente y se va abi-
garrando junto con otros sectores –que re-
vela como un acierto nuestro trabajar en un
frente común– de tipo gremial, frente a he-
chos que afectan a un sector social concre-
to, en contradicción con la política oficial.
Creo que la presencia del Polo es marcada.
Este no es un paro del Polo, pero sí es un
paro en donde el Polo cuenta con una pre-
sencia importante. Eso lo sabe el gobierno,
aunque trató de Marcatizarlo con Uribe,
pero si él se hubiera parado en la Plaza Be-
rrio de Medellín a decir: “Cafeteros al paro”,
no le sale ni uno. Él lo que hace es montarse
en una crisis que hay, nada más, es la crisis
la que explica la situación.
También participó gente de la Acin y
del Cric, se vincularon un poco tarde, estu-
vieron los últimos días, pero bienvenidos,
sabemos que hay muchos compañeros
indígenas, por ejemplo en el sureste an-
tioqueño, en Andes y en Jardín. Toda esa
caficultura de esos lugares es indígena; en
la zona cafetera de Risaralda y de Caldas
también hacen presencia. Se configura en-
tonces un tejido que va desde empresarios
hasta indígenas, pasando por campesinos
minifunditas. Lo más importante para notar
respecto a las organizaciones de izquierda
no es que no hayan estado presentes, lo