Página 68 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
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INFOAGRO COLOMBIA
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SEPTIEMBRE
2013
Pereira, tenía 14 o 15 mil hectáreas, hoy no
llega a 10 mil, la mayoría de esas hectáreas
se volvieron suelo urbano. Hay otro pro-
blema que se tocó en el paro: la superpo-
sición de títulos mineros, por ejemplo en
Nariño tenemos zonas en donde se puede
terminar expulsando a cinco mil caficulto-
res, igual en Risaralda y Huila. En esas zonas
se va a producir un desplazamiento y un
gran conflicto por esa superposición de la
minería. Anticipando esto, los caficultores
preguntaban si podían seguir siendo cafi-
cultores o no.
¿Y LOS CAFÉ ESPECIALES?
da
: Volviendo al tema de los cafés especia-
les, ¿Es posible avizorar una salida desde allí?
AS
: La especialización de café en Colom-
bia tuvo un sesgo que para mí fue un gran
error: se impulsó ese tipo de café con el fin
de posicionar las tiendas Juan Valdez de
la Federación, se amarró la producción a
ese usufructo privado. Hoy, después de 10
años, no se ha podido llegar a doscientas
tiendas. Estuve en una tienda de Nueva
York, pregunté consumos y demanda, le
puedo asegurar que ninguna tienda consu-
me el equivalente de 500 sacos de café al
año, entonces esa no es solución, y más si
va amarrada a una firma privada que la usu-
fructúa y cobre a 3.50 dólares la tasa media-
na, eso equivale a 140 dólares la libra. Por la
misma, por más bulla que hagan, aquí nos
dan 20 dólares, lo cual no es negocio para
el cafetero. Sin embargo no desprecio ese
nicho, debe estar allí, pero con otras condi-
ciones. Hoy en Colombia hay 100 mil cafi-
cultores que reciben bono por café especial
y producen 1 millón 100 mil sacos, los otros
7 millones están en manos de 450 mil agri-
cultores y a esos también hay que tenerlos
en cuenta.
Es muy importante entender que el ci-
clo del café ha cambiado. Hace 10 años se
sembraba un palo de café y a los 4 años se
le hacia una soca, a los otros 4 años se tenía
que renovar, es decir, era un ciclo de 8 años.
Hoy el ciclo es de 6; cuando se disminuye el
ciclo hay que aumentar las hectáreas para
renovación porque es una rotación del par-
que cafetero que no se puede dejar enve-
jecer. Nosotros estamos renovando 150 mil
hectáreas al año, es decir, apenas lo que
toca. Por más que el Gobierno paga la mi-
tad de lo que vale la renovación y que usted
obtenga una tasa de beneficio, no estamos
renovando a la velocidad necesaria, por
problemas climáticos, por el problema del
suelo, por el agotamiento del parque tec-
nológico, etcétera. Esto implica que la re-
novación hay que hacerla a los tres años, y
luego a los otros tres, y si no se hace no sir-
ve. Parte de la baja productividad se debe
a que no estamos trabajando con ese ciclo.
El problema es de una magnitud enor-
me. ¿Qué hizo la Federación? Todo lo direc-
cionaron para las tiendas Juan Valdez, para
las utilidades de Procafecol, que hasta el
año pasado –después de una década– dio
utilidades, todos los demás años tienen
pérdidas acumuladas de más de 100 mil
millones de pesos, y entonces se abando-
nó la renovación y el gran volumen, se di-
reccionó exclusivamente la caficultura a su
interés y a su beneficio y cuando se dieron
cuenta que los cafetales habían envejecido
no supieron reaccionar, de tal manera que
nos cogen dos inviernos seguidos y nos
meten el último golpe.
Hoy están diciendo que estamos produ-
ciendo más café que el año pasado, pero la
comparación no es con este año, la compa-
ración es con el año antepasado porque las
cosechas cafeteras son bianuales, porque
así es el ciclo de la producción.
LOS “ERRORES” DE LA POLÍTICA
CAFETERA