de Trabajo por graves violaciones de McDonald’s a la legislación laboral
La acción marca el inicio de la Campaña Nacional de Trabajo Decente en McDonald’s, destinada a alertar a la sociedad y a la justicia sobre las prácticas de jornada móvil variable; acumulación de funciones sin la debida remuneración; no reconocimiento de insalubridad de algunas funciones; pagos con valores inferiores al salario mínimo legal; horas extra habituales no remuneradas; suspensión de los intervalos para descanso y alimentación; indicios de fraudes en los documentos sobre pago de salarios y horas trabajadas y utilización de menores de edad en actividades prohibidas.
El presidente de CONTRATUH, Moacyr Roberto Tesch, resaltó que desde 1990 la organización está movilizado y encaminando acciones legales contra la cadena de comida rápida. “McDonald’s piensa que Brasil es una tierra sin ley. Cualquier empresa tiene que tener un contrato social formal y otro con la sociedad. Si esa empresa no tiene responsabilidad social con los trabajadores brasileños, no está cumpliendo con sus obligaciones”, destacó.
Moacyr tiene la convicción de que, con esas acciones, es posible que McDonald’s se encuadre en la legislación brasileña y regularice la situación con sus trabajadores. “O de lo contrario que se le prohíba abrir nuevos locales en el país para simplemente ofrecer un trabajo similar a la esclavitud. Nosotros necesitamos trabajo decente”, manifestó.
Los abogados actuantes en nombre de la Confederación destacan la existencia de una disputa judicial con McDonald’s desde hace más de 20 años, intentando que la empresa se adecue y cumpla con la ley. “Tenemos una serie de acuerdos firmados y términos de ajuste de conducta que no fueron cumplidos por la empresa. Ahora contamos con una serie de nuevas violaciones contra los trabajadores, son más de 400 en todo el país”, argumenta el abogado João Piza.
Por su parte Mónica Carolina, extrabajadora de McDonald’s, declaró que ingresó a la empresa cuando era menor de edad (14 años). “Realizaba jornadas excesivas, mi horario era de seis horas y yo trabajaba diez horas corridas no remuneradas. Ingresaba en áreas prohibidas para menores de edad, como las cámaras frías, y manipulaba objetos peligrosos también prohibidos para menores”.
Fuente: Flávia Albuquerque, de Agência Brasil en Portal EcoDebate, 25/02/2015