Grupo Bimbo es una de las más importantes empresas de panificación del mundo. En América Latina y Estados Unidos se perfila como líder en el sector. Tiene presencia en 22 países de América, Asia y Europa, empleando a unas 129.000 personas.

Cuenta con 100 marcas y 10.000 productos que se elaboran y comercializan en 165 plantas, 2,5 millones de puntos de venta, 1.700 centros de venta y 52.000 rutas.

En 2014 tuvo ventas netas por 14.064 millones de dólares.

En Panamá, posee una fábrica de producción, tres centros de distribución en la capital, y dos más en el interior del país. En total, en la empresa laboran unos 500 trabajadores y trabajadoras.

Rafael Salazar es el secretario general del Sindicato Industrial de Trabajadores de la Harina y Afines (SITHA) y lleva cuatro años trabajando en Bimbo Panamá. La Rel conversó con él sobre la delicada situación por la que atraviesan los trabajadores de la transnacional.

-¿Cuál es la situación en la empresa?
-A raíz de malas negociaciones del Convenio Colectivo, en los últimos años las condiciones se han ido desmejorando notablemente, especialmente en el área de Ventas.

Esto se debió en gran medida a haber avalado metas basadas en proyecciones económicas y de ventas demasiado altas y alejadas de la realidad. Esto tuvo como efecto que las comisiones empezaron a decaer, arrojando resultados negativos para los trabajadores.

-¿Que significaba para los trabajadores la imagen de Bimbo como empleador?
-Hasta hace poco tiempo, para la población panameña Bimbo era una empresa atractiva para la búsqueda de empleo. Podías escuchar a compañeros de otras empresas mostrando interés en buscar trabajo en Bimbo porque pagaban bien y había buenas comisiones, especialmente en el área de Ventas.

-¿Las altas metas fueron adoptadas como parte de la negociación colectiva?
-Sí. Las altas metas se introdujeron como una cláusula de la convención colectiva en enero de 2015. Esto generó un rechazo total de parte de los trabajadores hacia la antigua Junta Directiva que había avalado el aumento de las metas.

En julio de 2015 se realizaron las elecciones para nombrar a las nuevas autoridades del Sindicato. Decidimos crear una planilla para competir contra la dirigencia que había aumentado las metas. Los trabajadores tenían muchas expectativas de cambio y mejoras, y eso nos permitió ganar con un 70 por ciento de los votos.

Ya como nuevas autoridades del SITHA continuamos implementando una mejor relación con la base. Empezamos a visitar los diferentes centros de trabajo para escuchar cuáles eran los problemas más sentidos y crear una estrategia para intentar resolverlos.

En muchos casos, estos problemas eran el resultado de las malas negociaciones colectivas del pasado. Esto nos dificultó mucho las cosas.

Durante cuatro meses nos involucramos en un proceso de diálogo con la empresa, tratando de darle el beneficio de la duda, porque pensábamos que no era conveniente llegar de una vez a la confrontación.

En diciembre, ante la falta absoluta de resultados, decidimos presentar ante las autoridades del trabajo un pliego de unas 20 violaciones al Código de Trabajo y al Convenio Colectivo.

-¿Cómo reaccionó la empresa?
-Se molestó mucho y dijo que no era necesario llevar el tema al Ministerio. Fue en este momento que comenzó a activar a un nuevo grupo sindical bajo control patronal, que estaba integrado por esos mismos directivos que habían perdido las elecciones y que habían avalado las altas metas.

-¿Cuál ha sido la relación con este nuevo grupo?
-Intentamos establecer una comunicación para que se sumaran al esfuerzo de mejorar las condiciones de las y los trabajadores, pero no fue posible y mantuvieron una posición filopatronal.

-¿Qué llamado hacen a la transnacional Bimbo?
-Queremos que la empresa reconozca que somos el Sindicato mayoritario y que ahora hay una nueva dirigencia que quiere mejorar las condiciones de los trabajadores mediante el diálogo.

Queremos que Grupo Bimbo entienda que no debe inmiscuirse en asuntos sindicales, sembrando dudas y rumores entre los trabajadores, y promoviendo la división interna a través del apoyo a una nueva organización sindical.

El llamado que le hacemos a la empresa es que busque un diálogo sincero con el SITHA, que es la organización sindical legítima y mayoritaria en Bimbo Panamá.

-¿Están buscando el apoyo de alguna organización internacional?
-Claro. Ya hemos contactado a la Confederación Sindical de las Américas (CSA) y estamos buscando articularnos con la Rel-UITA, dado que conocemos que esta federación global es una herramienta muy importante de denuncia e incidencia ante las empresas multinacionales de nuestro sector, como es el caso del Grupo Bimbo.

Estamos sintiendo un gran respaldo de estas organizaciones, que han mostrado su legítimo interés ante nuestra problemática.