En un comunicado, el Sindicato de la compañía, Sinaltrabimbo, denuncia a la firma por los bajos salarios que paga, las extenuantes y largas jornadas de labor, la constante disminución de comisiones a los vendedores, un régimen disciplinario inquisidor, exiguas prestaciones extralegales, carencia de prácticas de bienestar como vivienda, educación y salud…

Lejos está Bimbo de “esa imagen bonachona del osito que tiene como símbolo internacional”, dice.

También denuncia la política antisindical de la firma.

“Bimbo niega el derecho de negociación colectiva al imponer sus propios pactos y obstruir el desarrollo sindical, discrimina a los trabajadores sindicalizados, promueve de manera subterránea la desafiliación bajo presiones, amenazas o prebendas, restringe la libertad de expresión, reduce los permisos sindicales y en general desconoce la organización sindical para debilitarla o destruirla”.

El Sinaltrabimbo llama “a la opinión pública y a los consumidores” de Colombia y el extranjero a promover un boicot a los productos de la transnacional por todos los medios a su alcance, incluyendo la realización de campañas por las redes sociales.

En un comunicado paralelo, el dirigente sindical Manuel Bolívar agrega fojas al prontuario de la empresa: despidos injustos de trabajadoras madres cabeza de hogar, persecución a los mal llamados trabajadores enfermos, acoso laboral por parte de supervisores de producción, modificación y clausura de rutas que transportan a los trabajadores colocando en riesgo su integridad.

Bolívar recuerda que a los trabajadores que protestan sus jerarcas les responden “si no les gusta así se pueden ir”, y el maquillaje a que recurren habitualmente los directivos cuando “se producen visitas importantes: esconden a los trabajadores enfermos, pintan, lavan, construyen”.