En diálogo con La Rel Artur Bueno Junior, presidente del STIAL señaló que el principal objetivo del Taller era elaborar un documento que ratificara la posición contraria a este proyecto de todo el movimiento sindical de Limeira.

“Queríamos dejar sentado en un documento -posteriormente dirigido al Senado- que todos los sindicatos estamos unidos en el rechazo a este proyecto de ley que cercena derechos largamente conquistados por los trabajadores”, indicó.

Según la Encuesta de Empleo y Desempleo 2014 del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (DIEESE), los trabajadores tercerizados reciben en promedio un salario 25 por ciento inferior al de los empleados contratados directamente por la empresa matriz y laboran cuatro horas más que éstos.

Son, además, las principales víctimas de los accidentes laborales, de cada 10 muertes, 8 victiman a trabajadores tercerizados.

“Somos conscientes-continuó Bueno Junior- que la lucha para lograr que este proyecto no sea aprobado en la Cámara de Senadores no será fácil. Hay que tener claro que el Legislativo tiene una conformación mayoritariamente conservadora, 80 por ciento del Congreso Nacional está compuesto por  empresarios, terratenientes, evangélicos etc.”

El dirigente destacó la importancia de la unidad del movimiento sindical brasileño en este punto “ya que estamos atravesando no solo una crisis económica sino también política”.

El segundo gobierno de Dilma Rousseff viene realizando una serie de medidas de ajuste fiscal que a simple vista perjudican sobre todo a los trabajadores.

“El ajuste fiscal se está implementando únicamente en detrimento de la clase trabajadora del país, ni el gobierno ni los empresarios se verán afectados y esto es lo más indignante”, enfatizó el dirigente.

Bueno Junior destacó que si bien el Congreso Nacional está plagado de parlamentarios conservadores, lo que más choca es que el gobierno que pertenece al denominado Partido de los Trabajadores (PT) permita que sigan adelante proyectos como este de las tercerizaciones que no solo son perjudiciales para los trabajadores sino para el derecho laboral brasileño en su conjunto.