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Salario digno, no salario mínimo
Salario digno, no salario mínimo
En Bogotá,
Salario digno, no salario mínimo
Comienzan las negociaciones tripartitas
Este mes de diciembre, gobierno, empresarios y sindicatos comenzarán a negociar las nuevas pautas del salario mínimo nacional que regirá desde el 1 de enero de 2015, una discusión que los trabajadores ven con profundo pesimismo, por las orientaciones generales de la administración de Juan Manuel Santos.
A pesar de que Colombia presenta índices de crecimiento elevados, para el contexto latinoamericano e incluso mundial, continúa siendo el tercer país con mayor inequidad social de la región, detrás de Haití y Honduras.
La razón de ello es el modelo económico definido por el presidente Santos, claramente orientado e influido por el Fondo Monetario Internacional, la banca usurera mundial y últimamente exigido por la OCDE para que Colombia tenga el “honor” de pertenecer al club de los ricos del mundo.
Dentro de este contexto, y frente a semejante modelo económico sin rostro social, ¿qué tipo de salario mínimo puede ser útil para alcanzar los elevados costos de la canasta familiar, que incluye, además de alimentos, rubros como educación, salud, vivienda, servicios públicos y regímenes pensionales?
Instituciones estatales como el Banco de la República y Planeación Nacional siempre han hecho saber que el salario mínimo debe estar estrictamente ligado a la inflación, en una lógica según la cual a más crecimiento económico corresponde mayor profundización de la pobreza e inequidad social.
El gobierno de Santos se había comprometido a restablecer el pago de las horas extra, dominicales y festivos y a eliminar el 8 por ciento de tributación a la salud de los pensionados, como lo había hecho con los empresarios, pero incumplió esas promesas.
En paralelo, los Tratados de Libre Comercio llenaron al comercio colombiano de alimentos importados y afectaron gravemente a la pequeña y mediana industria nacional.
La FAO y la OIT sostienen a su vez que en Colombia un 37 por ciento de los trabajadores activos percibe sueldos inferiores al salario mínimo, no tienen contrato o están tercerizados.
Lo se requiere de fondo es una reforma estructural al modelo económico, que lo democratice, pues de nada sirve el sainete para definir un salario cuyos parámetros para 2015 ya están establecidos y ligados a su propia decadencia.
Se necesita, entonces, no un salario mínimo sino un salario digno, que permita a los trabajadores acceder a la canasta familiar como única herramienta para contribuir en verdad a la disminución de la inequidad social en Colombia.
Rel-UITA
5 de diciembre de 2014
Publicado por: Wilson