“Nos reunimos un buen grupo de personas y fuimos a manifestar frente a uno de los restaurantes que McDonald’s tiene en la capital. Estuvimos un buen rato explicando a los clientes el porqué de la protesta y hasta logramos entrar al local.
Fue un verdadero éxito y los empleados quedaron impresionados por el apoyo, la participación y la contundencia de nuestra movilización”, dijo a La Rel, Edilsa Bernal, secretaria general del Sindicato Industrial de Trabajadores Gastronómicos, Hoteles, Comercio y Afines (SITGHCA).

Entre las principales dificultades que viven los empleados del sector de comida rápida, Bernal señala los salarios de miseria, los contratos a término fijo de 3 o 6 meses, la alta rotación de personal, la acumulación y asignación de tareas distintas a aquellas para las que fueron contratados.

Asimismo, la dirigente sindical advierte de prácticas para dificultar la afiliación sindical, así como la firma de acuerdos internos con los trabajadores, que otorgan beneficios mínimos, pero manteniendo el mismo nivel de explotación y precariedad laboral.

En un país como Panamá, con una tasa de crecimiento económico que es la más alta de la región y con una situación de “pleno empleo”, las cadenas de comida rápida son un ejemplo más de cómo, detrás de las cifras macroeconómicas, se oculta una profunda desigualdad social.

“La riqueza que se genera en el país queda siempre en pocas manos y no beneficia a la mayoría de las personas, que siguen siendo explotadas y con muy pocos derechos”, dijo Bernal.

Después de 34 años de estar trabajando en McDonald’s, donde el SITGHCA ha logrado sindicalizar a 15 de los 28 restaurantes de esta cadena de comida rápida y negociar un convenio colectivo, Edilsa Bernal asegura que la única forma para garantizar derechos es globalizar los conocimientos y las luchas.

En este sentido, valoró como trascendental la realización de la 1º Conferencia Internacional del Sector Comidas Rápidas, organizada los días 5 y 6 de mayo pasado por la UITA en la sede central de la Service Employees International Union (SEIU), en Nueva York, Estados Unidos.

“Tenemos el mismo patrón, estamos sometidos a las misma reglas y sufrimos las mismas arbitrariedades y explotación.

No nos queda otro camino que continuar comunicándonos, intercambiando experiencias e ideas, globalizando herramientas y luchas”, aseveró la secretaria general del (SITGHCA).