En Asunción,
Para los campesinos no hay justicia
Libertad para Rubén Villalba,
preso por defender tierras del Estado
Foto: ea.com.py
Rubén Villalba es uno de los cinco campesinos paraguayos presos que protagonizó durante algo menos de dos meses una huelga de hambre, y el único de ese grupo que no goza de arresto domiciliario. Hoy lunes comienza la audiencia preliminar contra él por un hecho que debería ser premiado, y no llevado a juicio: hace casi seis años Villalba colaboró con la recuperación de tierras estatales ilegalmente ocupadas por sojeros brasileños.
En el lugar donde vive, Pindó, hay más de 200 familias de campesinos. Cada una de ellas tiene unas 10 hectáreas de tierras, entregadas por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT).
Varios de esos campesinos se habían trasladado a Luque y otras localidades y vendieron sus derecheras, por 35 millones de guaraníes (7.960 dólares al cambio actual) la parcela, a productores brasileños. Algo absolutamente prohibido.
Los brasileños se pusieron a producir soja y con ella trajeron su gran maquinaria para fumigar la tierra. Lo malo es que estas derecheras estaban en el centro de las tierras campesinas, y con las fumigaciones comenzaron a morirse las gallinas, los cerdos y las vacas y el agua se contaminó.
Los campesinos se reunieron para decidir qué hacer. Entre ellos estaba Rubén Villalba, una persona sumamente respetada en la zona.
En aquella reunión decidieron recuperar las derecheras ilegalmente compradas por los productores brasileños y que sus hijos mayores se fueran a vivir en ellas.
Los brasileños terminaron marchándose, pero los fiscales paraguayos iniciaron una acusación contra Rubén Villalba por haber apoyado “la invasión” de esas tierras.
Todo esto sucedió hace cinco años y seis meses.
Curiosamente, y así trabaja la in-injusticia paraguaya, la jueza Yanine Ríos resucitó ahora la causa, dormida durante varios años, para impedir que Rubén, detenido en una cárcel, pudiera beneficiarse de arresto domiciliario, como sus otros cuatro compañeros que protagonizaron junto a él una huelga de hambre que concluyó hace unas pocas semanas.
Primera conclusión: los campesinos defienden las tierras estatales mejor que el propio INDERT.
Segunda: para ellos, y para los pobres en general, no existe la justicia en Paraguay.
Rel-UITA
14 de mayo de 2014