Hay empresarios inteligentes que perciben que la superexplotación de sus trabajadores y trabajadoras termina, a la larga, afectando a sus propias ganancias. Es el caso del español Antonio Catalán, propietario de la cadena AC Hotels by Marriot, que critica a sus colegas por pagarles sueldos de miseria a las camareras de pisos y recurrir a prácticas como la externalización de servicios.