Página 93 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
I
INFOAGRO COLOMBIA
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I
SEPTIEMBRE
2013
LAS IMPORTACIONES DESTRUYEN
LA PRODUCIÓN DEL AGRO
Y LA INDUSTRIA NACIONALES
Alvaro Rodríguez Soto
Feb. 20 de 2012
La propaganda santista se esfuerza por
convencer al país de la solidez de las políti-
cas de su Unidad Nacional, a sabiendas de
que los vientos de crisis mundial se están
convirtiendo en huracanes, y que las cifras
y fórmulas que presenta para embellecer
una economía dependiente de la extrac-
ción de materias primas, sometida a la ma-
nipulación de la “confianza inversionista” y
de los TLC, menoscaba la industria, el agro
y los salarios nacionales, agravados por
creciente desempleo e informalidad. Esto
indica inexorablemente que la retórica y el
engaño a favor del modelo imperante ter-
minará por reventar la falsa Unidad, porque
de Nacional ya no le queda ni la moneda.
En esta encrucijada a la que han llevado
al país, no sobra repetir certeros argumentos
a favor de la resistencia al saqueo y en defen-
sa de la soberanía económica de la nación,
expuestos en 1999 por el hoy Senador de la
República, Jorge Enrique Robledo (1) anun-
ciando la gravedad del impacto de la aper-
tura económica en palabras del entonces
presidente de la Junta Nacional de la ANDI,
Darío Múnera Arango, quien señaló:
“La competencia no es entre empresas
sino entre naciones, naciones completas
(…) en el ámbito internacional, más que la
SOBRE LOS
TLCs
POR
ALVARO RODRÍGUEZ SOTO
Ing. Agr., Coordinador Asociación por la Salvación
Agropecuaria de Cundinamarca
capacidad de competencia empresarial o
de competencia industrial juega la capaci-
dad nacional de competencia” (2).
“Significaba con ello Múnera Arango,
concluye Robledo, que en el precio de cual-
quier mercancía que se envía por el mun-
do, lo principal, lo determinante, no es la
voluntad de los individuos que la producen
sino las circunstancias en que ellos actúan,
es decir, las condiciones nacionales que les
hayan permitido, o no, acumular capitales
y tecnologías que de ellos se derivan, y si
se benefician de maquinarias con precios
razonables, de créditos abundantes y bara-
tos, de insumos con precios bajo control, de
altos niveles de educación, investigación
científica y asistencia técnica, de grandes y
pudientes mercados internos, de enormes
obras de infraestructura, de fletes internos
baratos, de subsidios abiertos y encubier-
tos, de barreras proteccionistas arancelarias
y fitosanitarias y de las restantes garantías
que, en últimas determinan quién vence a
quién en la competencia internacional”.
Es decir, de lo que se trata es de la exis-
tencia o no de un Estado soberano, que mí-
nimamente goce de autonomía, que pro-
teja su territorio, sus recursos e impida la
descapitalización del patrimonio nacional y