Página 73 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
I
INFOAGRO COLOMBIA
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SEPTIEMBRE
2013
cloruro de potasio (KCl) oscilan, aproxima-
damente, entre 25% y 35% por encima del
precio internacional, y los minoristas, en el
mejor de los casos, se ubican en un 15%
más del mayorista, cerca de 45% sobre el
precio internacional.
Hay incluso sitios donde el recargo es
del 50% o más con respecto al precio al por
mayor, acercándose a 80% sobre el precio
internacional. Estos datos revelan que tan-
to el eslabón importador-comercializador
como el comercializador-consumidor esca-
pan a una estricta vigilancia.
¿Es posible tener competitividad así? En
cultivos transitorios, como arroz, algodón,
sorgo, papa y maíz blanco, los fertilizantes
participan con un porcentaje que abarca
entre el 20% y el 30% de los costos de pro-
ducción, acorde con el tipo de tecnología, y
en los permanentes, como café, cacao, pal-
ma y caña panelera, van desde el 15% hasta
el 30% (Documento Conpes 3577).
Comparado con los principales compe-
tidores, como la papa en Perú, entre un 4%
y 7%más; entre el 5% y 10% por encima del
café en Brasil, y el 10% o un porcentaje ma-
yor respecto al arroz de Estados Unidos.
Cuando se mira la proporción, de 2006 a
junio de 2013, entre el Índice de Precios al
Productor y el Índice del Consumidor, pue-
de verse un traslado de valor del primero al
segundo o a eslabones de la cadena de dis-
tribución. Es decir, los agricultores, cuando
venden sus productos, no recuperan total-
mente los gastos de su canasta de insumos,
incluidos combustibles y mano de obra.
Hay concentración demercado. En 2010,
cuatro empresas, varias de ellas encadena-
das en torno a Monómeros Colombo-Ve-
nezolanos, produjeron y vendieron al por
mayor más del 80% de cerca de 1’600.000
toneladas de fertilizantes, y tres fueron res-
ponsables del 90% de un total de 822.000
toneladas importadas, principalmente
fuentes de nitrógeno, potasio y fósforo
para elaborar mezclas físicas o complejos
químicos con otros elementos.
Somos dependientes de proveedores
internacionales como Rusia, Venezuela, Ho-
landa, Noruega, Estados Unidos, Canadá y
Alemania.
Los fertilizantes en el mundo se han en-
carecido. Su comportamiento como com-
modities, la concentración geográfica de
sus orígenes como oligopolios, su ligazón
con el precio de los alimentos y el reflejo
del aumento de la cotización del petróleo
y el gas han llevado el índice mundial de
precios de 100 en 2005 a 217,53 en julio de
2013, y todo indica que no volverá a valores
de antes de 2008.
Colombia, como importador neto, está
en el peor de los mundos. Además de los
impactos mencionados del mercado global
y de la estructura oligopólica, hay, por ex-
ceso en la aplicación, uso ineficiente e in-
sostenible de los fertilizantes, a tal extremo
que “el 70% de las aplicaciones de nitróge-
no y el 75% del fósforo se pierdan al fijarse
en el suelo” (Conpes 3577).
Si se agregan los elevados costos de dis-
tribución interna, se devela, al final, el fra-
caso de la política de precios de “libertad
vigilada”, fijada por el Gobierno mediante la
resolución 387 de diciembre de 2011.
En la encrucijada en que está, la agricul-
tura colombiana corre el riesgo de ser invia-
ble y el costo de los insumos es factor agra-
vante. De no corregirse a fondo la política
pública correspondiente, con intervención
efectiva en el mercado e incentivos ade-
cuados, seremos “campeones mundiales”
en precios y costos, tal como pasa con los
medicamentos.