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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
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INFOAGRO COLOMBIA
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SEPTIEMBRE
2013
nes agrícolas a la América Latina posible-
mente alcancen un valor de 2.500 millones
de dólares al terminar el año fiscal de 1974,
el 30 de junio”.
El Idema fue refinanciado para hacer
grandes importaciones agrícolas de los
EE.UU., lo que significó la ruina de miles de
agricultores colombianos y, a la larga, un
mayor precio de estos productos y una ma-
yor alza en el costo de la vida.
La Carta de ACIA escribía en ese enton-
ces (1974): “Una de las primeras medidas to-
madas por el gobierno fue precisamente la
de suspender el subsidio que sobre el trigo,
y a través de las importaciones de este ce-
real, existía desde años atrás…La historia de
esta situación la hemos denunciado repeti-
damente. Pero sería bueno recordar que la
producción de trigo, como posteriormente
con el maíz (el pan dizque lo van a reem-
plazar por arepa, pero, ¿dónde está el maíz
para esas arepas?), se empezó a quebrar en
el país precisamente con las importaciones
de excedentes norteamericanos a finales de
la década de los cincuentas. Importaciones
que el gobierno defendía en 1957 con las
declaraciones de Raúl Varela Martínez, jefe
de Planificación del Ministerio de Agricultu-
ra: `La parte noble del convenio – entre los
gobiernos de Colombia y Estados Unidos
para importar trigo y sus derivados, aceites
y algodón durante 1957, 1958 y 1959 por
un valor de US$20.400.000 - está en que el
pago que debe hacer Colombia a EE.UU se
hace en moneda colombiana. Otra ventaja
es que del valor total de las importaciones el
gobierno de Colombia puede tomar el 60%
para empréstitos a 30 años y 4% de rata con
destino a obras de fomento agrícola e indus-
trial. Y otra ventaja más es la de que el trigo,
la harina y la sémola se pueden vender a
30%más barato que el precio nacional´”.
…Con estos argumentos: `Empréstitos
para importar excedentes, a largos plazos,
bajos intereses y un precio mucho menor,
fue como terminaron con la producción
triguera nacional, que en 1955 casi abas-
tecía el consumo interno: `Es más barato
importarlo que producirlo aquí. Y además
en condiciones ventajosísimas´. Así habla-
ban los magos de la política nacional. Los
magos de la entrega nacional. Los magos
de la quiebra nacional, hoy muy clara cuan-
do después de pocos años lógicamente no
producíamos trigo y lo tenemos que seguir
importando a precios altísimos y en con-
diciones desventajosísimas. Los resultados
fueron muy concretos. Alza tremenda en el
precio del trigo y del maíz. Alza en el pan y
en la arepa, mayor hambre para el pueblo.
…Y mayor enriquecimiento para los
monopolios importadores y panificadores
que si bien a través de los subsidios obte-
nían muy buena tajada, ahora con las medi-
das tomadas por el `Mandato Caro´ sacarán
doble ganancia, pues hay libertad de im-
portación (y libertad de explotación y es-
peculación) y el presidente López ha dicho
claramente que los precios son incontrola-
bles…Claro que rápidamente se apresuran
los sectores oficiales a hacer propaganda
en el sentido que al suspender el subsidio
se estimulará la producción de trigo nacio-
nal. Nosotros decimos: ¡mamola! Con subsi-
dio o sin él la política agraria oficial (como
lo repetimos miles de veces) está orientada
es a los negocios especulativos aunque se
quiebre la producción colombiana.
En muchas ocasiones los ingenieros
agrónomos nos referimos a las desastro-
sas consecuencias que para el desarrollo
de la agricultura colombiana tuvo (y sigue
teniendo) la política de importación de ex-
cedentes norteamericanos. Denuncias con-
cretas y oportunas hicimos sobre cómo la
importación de maíz y fríjol ha causado la
ruina a gran cantidad de agricultores y el
desestímulo a otros muchos que ven dismi-