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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
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INFOAGRO COLOMBIA
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SEPTIEMBRE
2013
que la política agraria colombiana (oficial)
es una política imperialista (impuesta, dic-
tada por los monopolios norteamericanos)
y proterrateniente (que favorece a los terra-
tenientes colombianos, pues éstos deben
ser beneficiados por esa política imperia-
lista para servir de soporte y fachada a la
explotación y dominación norteamericana
sobre nuestro pueblo y nuestra nación)…
Decimos, por ejemplo, que en Colombia,
en ningún momento deberíamos importar
maíz, ni aceites vegetales, ni trigo, ni torta
de soya, ni… nada, pues Colombia tiene
condiciones óptimas, en todos los aspec-
tos, para producir lo que necesitamos. Otra
cosa es que el monopolio de la tierra en
manos de los grandes terratenientes, el alto
costo de los fertilizantes, los pesticidas y la
maquinaria, lo deficiente y caro del crédito
agrícola y las importaciones de excedentes
agrícolas por parte del Idema no permitan
nuestro desarrollo agrícola (¿Sabían uste-
des que el Idema ha importado excedentes
de maíz a través de la ley pública 480 de los
Estados Unidos, pagando los precios más
altos que se han pagado en Colombia por
este producto, muchísimo más altos que
los que se han pagado a cultivadores nacio-
nales cuando esos precios se han calificado
de especulativos? ¿Y sabían ustedes que
los gringos ganarían regalando esos exce-
dentes agrícolas y, sin embargo, “nuestro”
Idema los paga muy por encima del precio
vigente en el mercado internacional?).
… Entendemos que el maíz, el sorgo, la
soya, el algodón, el ajonjolí, son elementos
necesarios para la producción de concen-
trados, “alimento” de la industria avícola. Y
entendemos también que la producción
de dichos concentrados está monopoli-
zada por unas pocas firmas norteamerica-
nas. Y sabemos, además, que el precio de
los concentrados sube y sube y sube… Los
productores agrícolas, los avicultores, los
productores de leche, los cunicultores, no
son sino parte de un todo, la economía co-
lombiana. Y el enemigo es totalmente iden-
tificable: Estados Unidos y sus servidores en
el país.
… La ACIA cree, señores de Asohuevo,
que la solución para sus problemas está no
en implorarle al gobierno“la importación de
determinadas materias primas que el país
no produce en cantidad suficiente…” sino
en luchar por la defensa de toda la indus-
tria colombiana y en contra de los grande
monopolios norteamericanos y los grandes
“propietarios” criollos que generalmente lo
único que hacen es servir de intermediarios
a aquellos. Detrás de la crisis avícola (cri-
sis significa ruina para muchos pequeños
y medianos avicultores y la conversión en
empresas mixtas de algunos un poco ma-
yores) está, lo aseguramos, la concentración
de la industria avícola en un número cada
vez menor de grandes propietarios”.
En ese mismo año, el lunes 16 de julio,
en la página 7B de El Tiempo, habíamos leí-
do que el doctor Luis Guillermo Vélez, ge-
rente del Idema, declaraba: “La producción
de trigo ha rebajado en los últimos 10 años,
mientras los consumos se han incrementa-
do en proporciones sustanciales. En 1962
el país producía 120.000 toneladas, con lo
cual prácticamente se autoabastecía. Hoy
la producción es apenas de 50 mil tonela-
das y la demanda es de 400 mil. Hubo una
serie de factores que influyeron en la mer-
ma de la producción. El fomento se dio a la
producción de cebada y Estado Unidos en-
tregaba volúmenes grandes de trigo a Co-
lombia, en los llamados acuerdos de exce-
dentes agrícolas, con financiación a 20 años
e intereses bajísimos”.
Por primera vez un directivo del Gobier-
no confesaba que la importación masiva
de excedentes agrícolas era una de las cau-
sas (¿la principal?) de la menor producción