Página 26 - Libro AGRICULTURA SIN AGRICULTORES

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AGRICULTURA SIN AGRICULTORES
I
INFOAGRO COLOMBIA
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I
SEPTIEMBRE
2013
PROBLEMAS DEL AGRO COLOMBIANO
Ponencia de
Carlos E. Naranjo Ossa
y Eudoro Alvarez Cohecha
Presentada en el Ateneo Agroalimentario realizado en Medellín
el 12 y 13 de mayo de 2011
El campo colombiano ha enfrentado histó-
ricamente graves dificultades. Pero, sin nin-
guna duda, las dos principales son las que
provienen de las imposiciones norteameri-
canas y de la creciente concentración de las
mejores tierras en un reducido número de
cada vez más poderosos latifundistas.
La historia viene de muchos años atrás. Y
en este Ateneo, que cuenta con una notoria
participación de ingenieros agrónomos, es
bueno que recordemos que el grito de aler-
ta lo dimos tempranamente, así haya llega-
do a oídos sordos, desde la Asociación Co-
lombiana de Ingenieros Agrónomos, ACIA.
En abril de 1971, la asamblea anual de
esta Asociación vivió un intenso debate en-
tre dos sectores claramente definidos: por
un lado los agrónomos que estaban em-
potrados en los principales cargos de las
instituciones y empresas del sector agrope-
cuario y, por el otro, un importante núme-
ro de colegas jóvenes que plantearon fuer-
tes críticas a la política agraria oficial y se
aprobó mayoritariamente una importante
resolución que respaldaba las masivas in-
vasiones que los campesinos venían ade-
lantando contra los latifundios improducti-
vos de diversas regiones del país. Pero esta
asamblea fue apenas el abrebocas para lo
que vendría más adelante.
FUNDAMENTALES
PROBLEMAS DEL AGRO
COLOMBIANO
En noviembre de 1971, en Medellín, se
reunió el VI Congreso Nacional de Ingenie-
ros Agrónomos, en el cual se debatieron
intensamente los graves problemas que
ya sufría el campo colombiano. Un buen
número de ponencias coincidieron en se-
ñalar sus críticas al papel antinacional que
jugaban institutos como Incora, ICA, Inde-
rena, Caja Agraria e Idema, instrumentos de
aplicación y desarrollo de las políticas que
el Departamento de Agricultura de Estados
Unidos le imponía a Colombia.
Esto tenía sus razones de fondo, y para
comprenderlas es conveniente devolver-
nos a los años cincuentas. Recién terminada
la Segunda Guerra Mundial, al resumir las
experiencias de esa conflagración, los diri-
gentes de las grandes potencias capitalis-
tas tuvieron que dedicarle un buen tiempo
a la producción agraria y a su importancia
decisiva en los períodos de conflicto militar.
Siempre se ha creído, y muchos dirigentes
caen en ese error, que la guerra se hace
solamente con bombas, fusiles, cañones,
misiles y ojivas nucleares. Algunos pasan
fatalmente por alto que quienes disparan
los cañones y lanzan las bombas deben ali-
mentarse, que los alimentos tienen que ser
transportados en vehículos conducidos por
hombres, que la economía de las naciones