20140113 portada-sociedad

    • Versão Português

Wed25122024

actualizado al04:35:02 PM GMT

Accidentes de trabajo: una tragedia no denunciada
En Goiania, Jacqueline Carrijo
Brasil
TRABAJO
700 mil por año
 
Accidentes de trabajo: una tragedia no denunciada
La ganancia a cualquier costo
En el siguiente artículo, Jacqueline Carrijo, inspectora de Trabajo, expone las alarmantes cifras relativas a los accidentes de trabajo en Brasil: un promedio de 700 mil por año, un verdadero “tsunami”, según dice.
20140714 paleta-2-350cLa mala gestión, la falta de educación y cultura de seguridad en las empresas, la ausencia de fiscalización debido a la falta de inspectores de trabajo y de una estructura eficaz del Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE), las economías peligrosas y la ganancia a cualquier costo, favorecen las tragedias humanas que alcanzan diariamente a los trabajadores en todo Brasil.
 
Y mientras el gobierno y las autoridades de Trabajo no traten este tema con la seriedad y responsabilidad que se merece no habrá expectativas reales de lograr reducir el número de accidentes.
 
Por más información, lean los datos oficiales de la Seguridad Social para disponer de una muestra de la cantidad de accidentes. Y digo muestra porque los datos no revelan la dimensión real del problema. Después de todo, la regla nacional es la subnotificación o la no comunicación del accidente de trabajo.
 
Aumento de la pobreza y desigualdad
 
Todas las autoridades de Trabajo (jueces, fiscales, inspectores) lo saben. Enfrentamos este problema todos los días, pero la no comunicación es una realidad en varios sectores económicos.
 
Faltan datos sobre trabajadores informales y son insuficientes sobre los accidentes que afectan a militares, servidores públicos (municipales, estaduales y federales), a profesores, policías, profesionales de la salud y conductores.
 
Miles de trabajadores y sus familias sufren muertes, mutilaciones, disturbios mentales provocados por ambientes de trabajo inseguros. Eso es muy serio, muy grave.
 
Además del dolor, del sufrimiento que cada persona carga, de la segregación del núcleo familiar, se suma el aumento de la pobreza, pues es sabido que la muerte, las mutilaciones, las licencias temporales generan más pobreza. ¿Será que alguien duda o desconoce las dificultades de supervivencia de los trabajadores accidentados y sus familias? Si así fuera, sería una muestra de hasta qué punto llegan la discriminación y la desigualdad social en Brasil.
 
La falta de acceso a la educación pública de calidad en todo el país, la carencia de buenas y seguras oportunidades de trabajo/empleo empujan a los trabajadores a arriesgarse a sufrir enfermedades y muertes en el trabajo para garantizar su sustento.
 
Yo me formé con el concepto de que el trabajo es vida, y como inspectora de Trabajo ocupo un cargo que fue creado para proteger la vida, pero lo que veo en el  ejercicio de mi función es que el trabajo está matando, mutilando, enfermando a niños, jóvenes y adultos mayores, a hombres y mujeres.
 
Y sí, hay mucho trabajo infantil en Brasil y muchos niños que se enferman y mueren en el trabajo, también… El trabajador está siendo considerado un ser insignificante y la construcción de una sociedad libre, justa, pacífica y solidaria pasó a ser apenas un lindo sueño de idealistas, pero no un objetivo fundamental del Estado brasileño.
 
La misión de los inspectores del trabajo
 
Nosotros, inspectores de Trabajo, estamos haciendo un esfuerzo nacional para reducir los accidentes, las desigualdades que sufren los trabajadores rurales, los del sector de transportes, salud, frigoríficos, telemarketing, construcción civil, industria…
 
Pero estamos en un momento crítico. Además del número súper reducido de inspectores que perjudica la aplicación de las normas de protección, por un lado, y el trabajo incesante y eficaz del sector patronal con el objetivo de desautorizar a los inspectores, por el otro, tenemos también que dedicar esfuerzos a luchar para mantener las normas de protección.
 
Las NR12, 31, y la Ley 12.619 (derogada) fueron el resultado de la lucha de la clase trabajadora, pero actualmente están siendo atacadas, y los trabajadores están siendo cada vez más amenazados por las enfermedades y la muerte en sus ambientes de trabajo.
 
¿Es esta la herencia de los políticos de este gobierno? ¿Es el sello institucional de muerte y abandono de la clase trabajadora? ¿Es la regulación de la restricción de derechos? Me lo pregunto con profunda tristeza.
 
Coordino y ejecuto misiones institucionales, hago investigaciones sobre accidentes, realizo un fuerte trabajo de prevención de lesiones pero no sin conmoverme, no sin sufrir junto a los trabajadores y sus familias, y con todos los que acuden al Estado impulsados por una esperanza de justicia.
 
Tengo una posición definida. La desregulación, suspensión y derogación de las normas protectoras existentes y su reemplazo por otras que desprotegen la vida, coloca al Estado, en su totalidad y al conjunto de instituciones que apoyan los cambios perjudiciales a los derechos laborales como responsables, en tanto gestores públicos y privados que desprecian la vida, la salud y la seguridad laboral.
 
No podemos admitir retrocesos sociales. Eso es inconstitucional, ilegal, inmoral e inhumano. Organizaciones sindicales: defiendan a los trabajadores y no permitan que esto ocurra.
 
La NR12 fue redactada con el objetivo de salvar vidas, pero los intereses económicos nuevamente están hablando más alto y hay riesgo grave de suspensión de esa norma de máquinas y equipos..
 
Los inspectores de Trabajo, junto con el Sindicato Nacional de Inspectores de Trabajo (SINAIT) luchamos por el mantenimiento de la NR12, de la NR31 (trabajo rural), y de la Ley 12.619 (lamentablemente derogada a inicios del mes de julio y que también llegó a salvar vidas de trabajadores conductores), defendemos el art. 149 del Código Penal y luchamos por que se nombren más auditores fiscales.
 
Luchamos para defender a los trabajadores contra todos los abusos que se cometan, incluso los practicados por el propio gobierno. Yo formo parte de esta libre institución cuya obligación legal es velar por el fiel cumplimiento de las normas de protección de los trabajadores. 
 
Es necesario que los trabajadores reaccionen
 
Pero nuestra lucha, que es la lucha de todos los trabajadores brasileños, la estamos perdiendo. Los trabajadores están perdiendo todos los días derechos y garantías, y ¿dónde está la reacción contundente de sus organizaciones?
 
Denuncias a la OIT, pedidos a las organizaciones… no bastan. El Ministerio Público del Trabajo (MPT) y el Ministerio Público Federal (MPF) ingresaron con medidas judiciales para la contratación de más auditores fiscales, pero hasta ahora seguimos siendo muy pocos.
 
Matan a nuestros compañeros, y no hay castigo. Matan a los trabajadores en sus locales de trabajo y no pasa nada, los culpables permanecen sin condena, le quitan los derechos a la clase trabajadora y las organizaciones sindicales no reaccionan…
 
¿Qué país es este? El de la injusticia, el de la impunidad, el de la indiferencia hacia los intereses colectivos relevantes para el ascenso social.
 
Confieso que quedé muy impactada con los últimos acontecimientos, con las batallas que estamos perdiendo, pero de todas formas continuamos realizando  esfuerzos para defender a la clase trabajadora de los ataques que están sufriendo las normas ideadas para protegerla.
 
Igualmente me pregunto: ¿dónde están los trabajadores para defender sus derechos e intereses?
 
Es necesario que las Centrales Sindicales, Confederaciones, Federaciones, Sindicatos impidan todos estos retrocesos, las pérdidas inminentes que amenazan la integridad física, mental y la identidad moral de los trabajadores brasileños.
 
Como ciudadana e inspectora de Trabajo estoy indignada con todos los esfuerzos exitosos de los malos empleadores que han logrado fomentar las muertes, las enfermedades, y la pobreza de los trabajadores brasileños.
 
Y aún más indignada estoy con la falta de reacción eficaz de las organizaciones que representan a los trabajadores.
 
Pero mi indignación no provoca ningún malestar, no cambia nada. Lo que puedo hacer es desahogarme y seguir trabajando.

Es tiempo de reaccionar

Brasil de Fato
17 de julio de 2014
Edición: Rel-UITA
Ilustración: Maxis/ Cartonclub
*Jacqueline Carrijo es inspectora de Trabajo. Coordinadora de las Auditorías de Trabajo en el Sector de Transportes de Cargas y Pasajeros -SRTE/GOGoiania-GO