y las políticas antisindicales
“Los países que presentaron situaciones más apremiantes fueron Haití y Camboya, ambos con dificultades a la hora de organizarse sindicalmente”, relató.
El caso de Haití es “algo peor porque la dificultad para conformar un Sindicato la marca la propia legislación laboral del país, que exige un mínimo de 65 por ciento de afiliación”, según explicó.
En Camboya, a su vez, se denunció “el caso de unas promotoras que decidieron afiliarse y fueron inmediatamente despedidas”.
Según el dirigente, los principales problemas que enfrentan los trabajadores de Heineken, la segunda cervecera en importancia en el mercado de América Latina (1), son la tercerización de los servicios que, cada vez más, amenaza con extenderse a otros sectores de la producción, y la falta de libertades sindicales, que se verifica en algunas regiones.
“En Uruguay somos una excepción a la regla, porque en el resto de los países donde opera Heineken la distribución está completamente tercerizada y se va extendiendo peligrosamente a otros sectores”, destacó Burgos.
“Es muy importante en este sentido crear una red global de trabajadores de esta empresa, para frenar la ofensiva de tercerizaciones y persecución sindical.
Por otra parte Heineken se niega a negociar mundialmente con la UITA como federación internacional, a diferencia de transnacionales como Coca Cola, Nestlé y Danone, que ya lo están haciendo”, dijo.
“De este primer encuentro quedó el compromiso de aceitar los engranajes de esta red y también de redactar un documento para presionar a los directivos de la compañía holandesa a que se avengan a establecer una mesa de diálogo con nuestra Internacional”, finalizó el sindicalista.