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Nuevo convenio colectivo de hostelería sin externacionalizac...
En Palma de Mallorca,
España
HOSTELERÍA
Baleares:
Nuevo convenio colectivo de hostelería sin externacionalizaciones
La importancia de la UNIDAD y la LUCHA sindical
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Antonio Copete, secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Juego de la UGT
Victoria sindical en la negociación del XV Convenio Colectivo de Hostelería en Baleares. Tras cinco meses de negociaciones, patronal y sindicatos pactan un nuevo convenio por 4 años, con un aumento salarial global del 4,5% y sin la inclusión de ninguna de las pretensiones iniciales de la patronal.
Comisiones Obreras (CCOO), la Unión General de Trabajadores (UGT) y la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEMH) alcanzaron un pre-acuerdo para el nuevo convenio colectivo de hostelería de Baleares el pasado 11 de junio.

Este convenio, que afecta de forma directa a unos 125.000 trabajadores y trabajadoras, es de enorme importancia para la economía de Baleares, volcada por completo en la actividad turística. Pero es también punto de referencia en la negociación de los convenios de otros territorios, por ser donde se encuentra la sede social de las principales cadenas hoteleras españolas (Barceló, Meliá, Iberostar, Riu, entre otras).

Y lo que sucede en Baleares es también relevante en muchos otros países donde esas cadenas están presentes.

Conscientes de lo que ahí estaba ocurriendo y a solicitud de Norberto Latorre, presidente del Grupo Mundial de Trabajadores Hoteleros de la UITA, un compañero muy querido por ambas federaciones locales, nos desplazamos hasta Palma de Mallorca para conocer de cerca los pormenores de la negociación, donde fuimos recibidos por parte de CCOO y UGT con especial atención y agradecidos por nuestra presencia.
Malos augurios
El anterior convenio colectivo del sector tenía vigencia hasta el 31 de marzo de 2014. Por ese motivo, y como es habitual en estos casos, CCOO y UGT lo denunciaron previamente para dar paso a la constitución de una mesa negociadora en el mes de enero de este mismo año.

Las perspectivas no eran nada favorables. El sector más conservador de patronal dominaba la dirección de la FEHM, que desde abril de 2013 tenía como presidente a Aurelio Vázquez, director general de Iberostar.

En una muestra de cómo se presentaba la negociación del próximo convenio colectivo, a primeros de diciembre, él mismo, secundado por la gerente de la FEHM, Inmaculada Benito, anunciaban que el año 2013 los hoteleros de Mallorca habían obtenido una facturación récord, y al mismo tiempo pedía que se mantuviera la congelación salarial [1].

“Delante teníamos a una nueva patronal, de lo más dura que puede existir, encabezada por Iberostar, Barceló y compañía”, asegura Ginés Díez, Secretario General de la Federación de Comercio, Hotelería y Turismo de CCOO.

Otro de los cambios fue que la patronal mallorquina contrató los servicios de asesoría de Sagardo y Abogados, un bufete con sede en Madrid especializado en derecho laboral caracterizado por posiciones confrontativas.

De hecho este despacho fue quien asesoró al Gobierno de Mariano Rajoy en el diseño de la reforma laboral de 2012 o quienes representaron a Coca Cola en el despido colectivo de más de 1.000 trabajadores a principios de 2014.
Mucho en juego
Así las cosas, CCOO y UGT se presentaron a la mesa de negociación con una plataforma conjunta en la que reclamaban “un acuerdo por dos años con una subida de salarios del 3% el primer año, frenar la externalización de servicios en los hoteles, no aplicar la movilidad de funciones que contempla el convenio estatal y mejorar los derechos y garantías de los delegados” [2].

Por su parte la patronal propuso, entre otras cosas, congelación salarial, desregulación de la figura de los fijos discontinuos, modificación del modelo de jornada laboral y externalización de servicios. [3]

Estas medidas fueron recibidas por las organizaciones sindicales como un ataque frontal. El 20 de marzo realizaron una concentración de 200 delegados frente a la sede de la FEHM.

Antonio Copete, secretario general de la Federación de Comercio, Hostelería y Juego de la UGT, calificó de “declaración de guerra” la intención de terminar con la figura del fijo discontinuo o el incremento de la externalización de servicios. Así mismo advirtió del riesgo de echar a perder la temporada turística si los empresarios continuaban en estas posiciones [4].

Por su parte, Aurelio Vázquez, presidente de la FEHM, en declaraciones recogidas por Hosteltur, acusaba a los sindicatos de tener “su hoja de ruta marcada al margen de la negociación”.

Y explicaba que para ser más competitivos era necesario aplicar tres medidas: “Primero, incorporación de las herramientas que la reforma laboral pone a disposición de los convenios colectivos para mejorar la competitividad de las empresas. Hablamos de jornada irregular. (…) Segundo, adaptar las relaciones laborales a la realidad económica de las empresas incorporando flexibilidad.

Se trata de incorporar el Real Decreto de jornadas especiales del año 1995 y ampliar las posibilidades de los periodos trabajo. Tercero y último, el tema salarial.

Uno más dentro del convenio que abordamos desde los datos de la realidad económica y la necesidad de rebajar el coste laboral unitario, para ello partimos de una moderación salarial.” [5]
Líneas rojas
Durante los meses de abril y buena parte del mes de mayo no hubo avances significativos y todo hacía prever que se avecinaba la huelga en hostelería.

Ginés Díez insistía en que sin una rectificación total de los empresarios no podían firmar ese convenio, “porque sería hacernos el harakiri”. Y con respecto a la externacionalización añadía: “Lo que no puede ser es que rompamos la unidad productiva del centro de trabajo.

Esto sería la muerte de la negociación colectiva y la muerte de los sindicatos, porque evidentemente se va entrar en la negociación individualizada, y entonces, evidentemente ahí estamos perdidos. En fin, esto acabaría con el sindicalismo de clase en las empresas”.

Y en el mismo sentido se expresaba Antonio Copete, señalando las líneas rojas que no se podían cruzar: “Lo que nosotros no podemos dejar pasar es que se rompa el principio de a igual trabajo igual salario. Y los empresarios han sacado una figura nueva a través de la reforma laboral, que es poner en los centros de trabajo a trabajadores con un 40% menos de salario en relación al convenio colectivo de hostelería. Y esto nosotros no podemos consentirlo”.

Con este tipo de pretensiones, según Ginés Díez, la patronal “quería dar un cambio brutal a la hostelería balear, un giro copernicano, que no podemos consentir”. Porque en el fondo, continúa el representante de CCOO, “lo que tienen en la cabeza es el modelo de Vietnam o China: que los trabajadores tengan que estar pendientes las 24 horas. Que hoy trabajes 2 horas porque ya no te necesito más, y que mañana si tienes que estar 20 horas pues estás 20 horas. Ése es el modelo que quieren”.
Un resultado favorable
En la reunión del 21 de mayo la patronal renunció a la propuesta sobre los fijos discontinuos. [6] Pero el acuerdo aún estaba lejos. CCOO y UGT advertían que de no retirarse el resto de propuestas tendrían que ir a la huelga a finales de junio, “aunque nos hubiéramos cargado la temporada turística de este año, que teóricamente va a ser buenísima”, aseguraba Ginés Díez.

Así las cosas, el pasado 12 de junio, después de todo el día de negociaciones, sindicatos y patronal llegaron a un pre-acuerdo para la firma del nuevo convenio colectivo de hostelería por un período de 4 años y en el que la FEHM renunció a todas sus pretensiones iniciales.

“Es un éxito sindical rotundo”, así de claro lo manifestaba Antonio Copete a la Rel-UITA. “Estamos hablando de un convenio de 4 años en un contexto muy complicado. La patronal ha retirado todas las propuestas que eran negativas para nosotros: fijos discontinuos, externacionalización, jornada,... Y por tanto el Convenio se ha quedado como estaba y con un subida salarial de 1,125% cada año, que en cuatro años supone un 4,5%”.

Igual valoración hacía Ginés Díez: “Pensamos que es el mejor convenio posible que podíamos firmar en estos momentos. Yo creo que ha sido un éxito, no de los sindicatos como tal, sino de los trabajadores y trabajadoras”.
Se han equivocado de estrategia
Preguntados por las razones por las cuáles creen que la patronal acabó cediendo en sus pretensiones, los representantes sindicales no dudan en afirmar que éstos se equivocaron de estrategia.

“En el fondo han visto que los trabajadores estábamos muy firmes y que si no retiraban sus propuestas, hubiéramos ido a una huelga general en el sector de la hostelería”, explica Ginés Díez.

Y en el mismo sentido apunta Antonio Copete: “El convenio ha sido posible porque hemos mantenido una posición sindical de fuerza, de no ceder ni un milímetro en lo que los empresarios querían. Y hemos tenido la capacidad de ganarnos a la prensa y a la opinión pública, que vieron que lo que querían hacer los empresarios era una auténtica barbaridad. Y que a medida que iba pasando el tiempo nos fuimos reforzando”.

Todo apunta a que ante la posibilidad de que los sindicatos convocaran la huelga en el sector, con el impacto que esto hubiera podido tener, un sector de la patronal decidiera dar un paso atrás: “Probablemente los grandes jefes de las cadenas hoteleras les han dicho a sus representantes que se acabó, que bajaran la temperatura a esta negociación”, explica Ginés Díez.

Y continúa: “El sector duro, encabezado por Barceló e Iberostar, que es quien está dirigiendo la Federación, ha fracasado rotundamente. Han fracasado trayendo bufetes de fuera de aquí, que no conocen la realidad del sector en Baleares”.

La estrategia de enfrentamiento total planteada por el bufete Sagardoy Abogados no les ha dado los resultados esperados. Como tampoco se lo dio en Coca Cola, tal como pone en evidencia la sentencia de la Audiencia Nacional del pasado 13 de junio, que anula el despido colectivo de 1.190 trabajadores y obliga a la empresa a su readmisión. [7]

“Su estrategia ha sido equivocada, porque no pueden ir a provocar una confrontación innecesaria. Lo que han hecho hoy deberían haberlo hecho hace cinco meses y a lo mejor en febrero el convenio hubiera estado firmado”, sentencia Antonio Copete.
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Ginés Díez, Secretario General de la Federación de Comercio, Hotelería y Turismo de CCOO

Fotos: Ernest Cañada.

Rel-UITA
17 de junio de 2014