SV- Si bien en Argentina hay una legislación brillante contra la violencia de género queremos que se cumpla realmente. Tenemos que hablar de las cosas como realmente son, sabiendo que disponemos de los medios necesarios para solucionar estos problemas.
Está la ley 26.485, que fue sancionada hace seis años, pero en el presupuesto del Estado lo asignado al Consejo Nacional de las Mujeres representa tan solo el 0,004 por ciento del total.
PA- Esta convocatoria significa la posibilidad de dar visibilidad a una problemática social muy importante que tiene que ver con una matriz, una estructura de machismo que está inserta en la sociedad.
En Argentina cada 30 horas una mujer es asesinada. Y el asesinato es solamente la última cadena de un largo eslabón de violencias en el que el Estado no tiene respuestas.
La ley de erradicación de la violencia contra la mujer no está completamente reglamentada. Y no tenemos un plan nacional federal para hacer frente a este flagelo.
Aquellas personas que son víctimas de la violencia son re victimizadas por el propio Estado.
-¿Se puede revertir esta situación?
PA- Esto se revierte con el dictado de una ley de emergencia nacional. La problemática de género debe ser, por ejemplo, incluida en las currículas escolares.
La marcha del 3 de junio es fundamental, pero no es suficiente. Necesitamos soluciones urgentes, no basta con horrorizarse cada vez que uno lee una noticia en el diario de una muerte más. Hay que prevenir, evitar las muertes.
-¿Qué ayuda se le puede dar a la mujer a falta de leyes firmes?
PA- Lo que pasa es que ante la ausencia del Estado somos las organizaciones intermedias las que estamos conteniendo y acompañando a estas mujeres.
Hoy hay jueces que terminan acusando a las propias víctimas de haber provocado los hechos, y femicidas que terminan recibiendo la patria potestad de hijos a los que maltratan.
Necesitamos una justicia justa, así como mayor capacitación de las autoridades policiales para tomar una denuncia y acompañar a las víctimas.
-¿Existe también violencia en el ámbito laboral?
SV- Sí, y es un tema que tampoco podemos resolver nosotras porque no le compete solo a los sindicatos, sino en general al mundo del trabajo.
-¿Qué pueden aportar los sindicatos para ayudar a frenar esta violencia?
SV- Muchas organizaciones sindicales tratamos el tema de la violencia laboral y lo trabajamos, pero se llega a una instancia donde muchísimas veces tanto la mujer como el varón que es víctima de violencia laboral terminan siendo despedidos.
NOTA: *Las entrevistas fueron realizadas por separado.