Según constató la inspección realizada por el MPT el 22 de octubre, la empresa que ha tenido varias denuncias anteriores por similares accidentes, el más reciente sucedido el pasado 4 de septiembre en uno de sus frigoríficos en Mato Grosso, continuaba sin cumplir con lo establecido en la NR36 sobre la seguridad de los trabajadores en este punto específico.
Según la norma –en vigencia desde abril de 2013– debe existir en los frigoríficos, un sistema que monitoree la concentración de gas amonio en el ambiente; mecanismos para la detección precoz de escape en puntos críticos que estén acoplados a un sistema de alarmas; panel de control del sistema de refrigeración; duchas sobre los contenedores de amonio y lavaojos de emergencia, entre otras recomendaciones.
JBS incumple con todas estas medidas, lo que ha llevado a que el MPT-PR esté solicitando que se clausure esa unidad frigorífica y que la empresa además de la multa, pague una indemnización de 6,5 millones de dólares por daños morales colectivos e individuales a las víctimas de la intoxicación.
El procurador Heiler Natali, coordinador nacional del Proyecto de Adecuación de las Condiciones de Trabajo en los Frigoríficos, también solicitó una suspensión hasta que la empresa adecue las irregularidades bajo pena de multa de 20.000 dólares por cada día de incumplimiento.
“Es inaceptable que la mayor empresa de procesamiento de proteína animal del planeta no mantenga los padrones de seguridad para generación de frío y vapor, más elementares.
Padrones que por otra parte ella misma –JBS– ayudó a establecer como participante del proceso de elaboración de la NR36”, enfatizó Natali en declaraciones al portal de MPT-PR.
JBS comercializa las marcas Friboi, Seara y Swift y es actualmente el mayor frigorífico del planeta y el mayor procesador de proteína animal del mundo, con operaciones en más de 100 países.