En Sunchales,
Lácteos: un sector estratégico
Una Conferencia para concretar planes y definir objetivos
Comenzó el martes 18 en la ciudad de Sunchales, Santa Fe, la 3ª Conferencia Internacional de la División Láctea de la UITA. Oficia como anfitriona la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra). Asisten delegaciones de 16 países y se extenderá hasta el jueves 20. Simultáneamente, Atilra inauguró el Centro Educativo Tecnológico (CET) destinado a la capacitación de los trabajadores lecheros y a toda la comunidad de la región.
Un sindicato en la comunidad
Héctor Ponce, secretario general de Atilra y presidente de la División Internacional del Sector Lácteo de la UITA, abrió la Conferencia expresando que constituye un verdadero reto para este Sindicato haber asumido la responsabilidad de organizar un evento tan importante, "en el cual, estoy convencido, será posible concretar planes a corto, mediano y largo plazo".
El secretario general de Atilra enfatizó que la acción del Sindicato, además de atender las necesidades de los trabajadores lecheros, "asume esta actividad como un todo, esto es, teniendo en cuenta todos los agentes que intervienen en la cadena productiva.
Pensamos que las organizaciones sindicales tienen un objetivo básico que es favorecer la consolidación y la prosperidad del sector lechero -prosiguió-, con el convencimiento de que nadie se va a salvar por sí mismo, y mucho menos a expensas de alguno de los otros sectores que integran la globalidad productiva lechera en el país.
Nos place que al productor lechero le vaya bien, porque tenemos claro que es el eslabón inicial de una cadena productiva llamada en muchos casos a sustentar la economía de las comunidades donde vivimos".
Ponce agregó que Atilra se ha ganado un lugar en la sociedad argentina, y el CET es una prueba de ello, "fruto del trabajo de muchos años y de muchos compañeros que pusieron las primeras ideas para que este Sindicato sea lo que es hoy.
En ello incluimos a los seis compañeros militantes de Atilra que desaparecieron durante la dictadura, y que de jamás olvidaremos. Por ellos y para ellos, también es este Centro Educativo Tecnológico", concluyó.
Contener a las transnacionales
Por su parte, Ron Oswald, secretario general de la UITA, agradeció a Héctor Ponce y al equipo de Atilra el gran trabajo organizativo, la hospitalidad y el afecto con que han sido recibidas las delegaciones internacionales. Elogió también la gran calidad del CET y expresó su confianza en que éste seguirá creciendo, aportando desarrollo y oportunidades para muchas comunidades en Argentina.
Refiriéndose a la 3ª Conferencia, Oswald expresó que "la División Láctea surgió esencialmente para discutir y actuar sobre el panorama global del sector. El Comité Ejecutivo de la UITA aprobó a la División Láctea como el primer grupo especial, o sea que tenemos una identidad propia y un rol muy específico, lo que nos enfrenta a desafíos y posibilidades que estamos deseosos de superar.
Esta División -continuó- tiene dos áreas de responsabilidad: una es desarrollar políticas que ayuden a los trabajadores del sector, y la otra contener el poder creciente de las principales transnacionales de la lechería.
Ellas intentan obtener el control de la producción y la distribución de la materia prima, y nuestra responsabilidad es que ellas no lo hagan a expensas de los derechos y calidad de vida de nuestras comunidades.
Espero que esta Conferencia nos ayude a definir planes concretos que nos ayuden a empoderar a los sindicatos dentro de estas industrias, que podamos analizar claramente de dónde estamos partiendo hoy y hacia dónde queremos llegar", finalizó.
Hacia la conquista de un futuro postergado
Gerardo Iglesias, secretario regional para América Latina de la UITA, saludó a Atilra y a todo el movimiento obrero argentino.
Recordó que el 24 de marzo de 1976 una dictadura militar se consolidaba en el poder generalizando la "guerra sucia" mediante la cual terminó con la vida de 30 mil personas. "Seis de cada diez de esos asesinados eran sindicalistas -recordó Iglesias-.
Al neoliberalismo le molestaba la fuerza, la estructura del movimiento sindical argentino, pero también le molestaba la soberanía económica de Argentina, y al tiempo que asesinaban y hacían desaparecer a 30 mil personas, cerraron 11 mil fábricas en todo el país".
Iglesias expresó que "se priorizaron las importaciones porque había que hacer crecer la economía internacional y globalizada y destruir la producción local.
Hoy, mientras recorríamos este nuevo CET, alguien me decía: 'Este Sindicato tiene mucho dinero', y yo le contesté: 'No, este Sindicato tiene mucha historia, tiene mucha experiencia, tiene un presente de lucha, y con este Centro Educativo, este Sindicato está ganando futuro", concluyó.
Rel-UITA
19 de marzo de 2014