En una entrevista conjunta a la Rel, Andrés Banchero, Martín Santana y Álvaro Delgue, respectivamente presidente, vicepresidente y tesorero del Centro Gremial de Maltería Uruguay (CGMU), durante la reunión de malteros destacaron algunos logros que obtuvieron este año que tienen un impacto muy positivo en la vida de los trabajadores.
Daniel García
4 | 12 | 2023
Álvaro Delgue, Andrés Banchero y Martín Santana | Foto: CGMU
La planta, propiedad de la transnacional belga-brasileña AB InBev, está ubicada en Nueva Palmira, departamento de Colonia. En ella laboran 106 trabajadores, en su mayoría hombres. Las mujeres están presentes en la parte administrativa y sobre todo en limpieza, aunque destaca la reciente incorporación de una operadora. El CGMU cuenta con 70 afiliados, el 80 por ciento de la plantilla.
-¿Cuál es la situación actual en la planta?
-Ha sido un año difícil, de muchos desafíos, pero afortunadamente logramos algunos beneficios notorios para los trabajadores, entre ellos la modificación en la jornada laboral.
Desde hace años teníamos un régimen de 7 días de trabajo y uno de descanso. Después de hacer un estudio del tipo de tarea y los puestos, presentamos un proyecto de 6 días de trabajo y dos de descanso. Llevó años de discusión hasta que, finalmente, se puso en práctica en enero de 2023 y, a la luz de los resultados, firmamos el acuerdo definitivo en septiembre.
En el proceso, la empresa impuso una serie de condiciones que fuimos negociando. Una de ellas era no aumentar los costos ni el número de trabajadores, lo cual requirió un análisis por parte del sindicato para entender cómo se debían modificar los turnos de acuerdo a las tareas.
-¿Cómo se dividen los turnos?
-Tenemos tres turnos, uno de 6 a 14, otro de 14 a 22 y el tercero de 22 a 6, que comprenden el área de germinación, caldera, equipo de frío, planta de agua, afluentes y carga de noria. Los trabajadores administrativos no están comprendidos en el acuerdo.
Otra de las condiciones era que el personal actual se comprometiera a cubrir hasta 7 días de licencias médicas. Con respecto a las licencias anuales, aquellos trabajadores que cubren las ausencias perciben un plus por encima de la categoría, por la modificación temporal de la tarea.
La modificación de la jornada laboral cambió la vida de los trabajadores, fue muy positivo y los compañeros están muy contentos.
En septiembre nos reunimos para hacer una evaluación. La empresa planteó que el QLP (puestos de trabajo por tonelada de malta) era elevado y que se debían recortar cinco puestos de trabajo como condición para firmar la modificación del horario de manera definitiva.
No aceptamos perder cinco puestos. Como sabíamos que había tres trabajadores que estaban próximos a retirarse, previa consulta se planteó un retiro incentivado.
Por esta concesión que se hizo, pedimos que a fin de año no podría haber ningún pasante ni contratado en la planta, todos deberían ser trabajadores directos. Logramos también que los trabajadores de la empresa tercerizada que se ocupa de la limpieza de la planta tengan el mismo salario que tienen los trabajadores directos.
Destacamos otra mejora: antes se dividía el trabajo en Técnicos Mecánicos y Eléctricos, el año pasado la empresa nos planteó que pasáramos todos a ser Electromecánicos. Esto implica hacer un curso de cuatro horas semanales, tanto para los trabajadores que se encargan de la parte eléctrica como para los de la parte mecánica.
Cuando se nos hizo ese planteo, más allá de que ya estamos cobrando como Electromecánicos, presentamos una modificación en el horario: en lugar de venir todos los sábados, como antes, ahora tenemos un régimen de guardia y trabajamos 2 mecánicos y un eléctrico rotando cada 2 sábados y así trabajamos 2 sábados cada mes y medio, sin pérdida salarial.
-¿Cómo les fue en el Consejo de Salarios?
-Este año fue bueno en ese espacio también: logramos incrementar los beneficios que recibimos, mejoras en los alimentos del comedor, así como partidas que se dan a los trabajadores para las festividades.
-¿Cómo funciona la coordinación de las tres malteras?
-Nos reunimos cada mes y medio, tenemos un grupo a través del cual nos comunicamos y vamos consultando cosas que surgen en el día a día.
Las reuniones de malteros son muy valiosas, más que nada porque nuestro objetivo es unificar el trabajo, aunque cada planta funcione diferente. Lo más importante es la fuerza que genera.
Ante un conflicto que nos haga tomar una medida, no es lo mismo enfrentarlo solos que los tres coordinados.
-Durante la reunión de las malteras resaltaron el trabajo que hacen con la comunidad.
-Sí. Estamos en contacto con instituciones y vamos destinando trabajo donde se necesite. El más reciente tuvo que ver con la reparación de un techo de la Asociación Uruguaya de Protección a la Infancia (AUPI) que filtraba agua cuando llovía, y fue una obra muy importante.