Diversos sindicatos afiliados a la Federación en todo el país marcharon desde el Palacio Legislativo hasta la sede de la presidencia exigiendo a las autoridades de gobierno medidas urgentes para regular a las transnacionales cárnicas que desembarcan sin ningún tipo de responsabilidad social.

El paro se realizó entre otras cosas para dar visibilidad a la grave situación que enfrentan los frigoríficos Lorsinal y Rondatel, propiedad de la transnacional Sundiro Holding, que ha paralizado la faena en ambas plantas y no ofrece respuestas serias para la reapertura.

“Al gobierno le pedimos que ponga el mismo énfasis con este grupo chino que el que puso en el caso de Minerva”.

“Están todos preocupados por el casi monopolio de la empresa brasileña porque eso incide en sus bolsillos, incide en los sectores del poder y hay algunos legisladores que son también productores ganaderos. Pero no miden con la misma vara la situación de Rosario y Lorsinal porque no tiene el mismo peso económico que Minerva”, dijo Martín Cardozo, presidente de la FOICA.

“Queremos decirle a este gobierno que no existen trabajadores y trabajadoras de segunda”, aseveró.

Cardozo enfatizó en que desde el gobierno se deberán revisar las normativas con relación a las empresas transnacionales y también leyes obsoletas que tienen a los trabajadores como rehenes de los vaivenes de esta industria.

“Los trabajadores frigoríficos somos la mano de obra calificada de un sector que representa el 25 por ciento del PIB nacional. Es imperioso volver a la vieja Caja de Compensaciones como forma de garantizar los derechos más básicos de los obreros en una industria cada vez más cambiante”.