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Minerva envía al seguro a 800 trabajadores y trabajadoras

Nada nuevo bajo el sol

El miércoles 24 se realizó una reunión tripartita en el Ministerio de Trabajo para dirimir la situación que atraviesan los trabajadores y trabajadoras del frigorífico BPU, propiedad de la transnacional brasileña Minerva en Durazno, que están en el seguro de desempleo desde mediados de setiembre.

Amalia Antúnez

28 | 10 | 2024


Foto: Gerardo Iglesias

A un año de la compra de Breeders & Packers Uruguay (BPU), Minerva inició un plan de reestructuración de esa planta proponiendo crear un convenio integral que incluye rebajas salariales de entre 5.000 y 20.000 pesos (entre 120 y 485 dólares), especialmente para el sector de faena.

El Sindicato de Trabajadores de BPU y la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA) rechazan la medida y buscan una salida negociada que hasta la fecha no se ha concretado.

“Por el momento, las reuniones no han arrojado acuerdos y la empresa envió a la totalidad de la plantilla al seguro. Algo que para nosotros no es nuevo, forma parte de una estrategia que viene utilizando esta compañía desde que desembarcó en el país”, recuerda Martín Cardozo, presidente de la FOICA.

El argumento de Minerva para esta decisión es que la planta de BPU no es viable debido a los salarios y beneficios que tienen los trabajadores.

Sin embargo, a mediados del año pasado inició la compra de otras tres plantas en Uruguay pertenecientes a su competidora, la también brasileña Marfrig.

La operación fue rechazada por la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia, órgano del Ministerio de Economía, por considerar que supondría una posición dominante para la empresa en el mercado, ya que posee cuatro frigoríficos en el país (Pul, Canelones, Carrasco y BPU).

¿Para qué?

Las empresas han recurrido la decisión, pero Minerva expone que debe rebajar salarios para poder seguir operando en Durazno.

Allí surge la interrogante: ¿para qué quiere otras tres plantas frigoríficas en Uruguay si no puede operar las que ya posee?

El presidente de la FOICA señaló en ese sentido que los hechos han demostrado que cada frigorífico que adquirió Minerva pasó por reestructuras que suponen rebajas salariales y que la empresa realiza la rotación de la actividad entre sus plantas, echando mano de la herramienta del seguro de paro para mantener sus márgenes de ganancia.

“Esto lo viene haciendo impunemente sin que desde el Ejecutivo puedan interceder”, dijo.

“Hay que tener presente que el subsidio por desempleo es una herramienta creada para ayudar a empresas de pequeño porte y no dejar a los trabajadores desamparados, pero que está siendo usada por grandes corporaciones como mecanismo de presión para la negociación colectiva”.

En este momento, exceptuando el frigorífico Pul, que ha dado licencia a sus trabajadores, las otras dos plantas de Minerva en Uruguay, Carrasco y Canelones, están faenando a tope.

El dirigente informó que en la reunión de directiva de este lunes se vio con preocupación este y otros casos de la industria frigorífica nacional.

“Por el momento propusimos negociar de forma bipartita con Minerva, el sindicato y la federación, o hacerlo a través del Ministerio de Trabajo. No hemos recibido aún respuesta de la empresa. Si la situación se alarga, seguramente tomaremos medidas gremiales”, anunció.