Con Martín Cardozo
del tire y afloje
La transnacional brasileña Minerva Foods desembarcó en Uruguay en 2011, cuando adquirió el frigorífico Pul en Cerro Largo, y luego expandió sus negocios con la compra de los frigoríficos Carrasco (2014), Canelones (2017) y
BPU (2023).
Amalia Antúnez
9 | 10 | 2024

Foto: Gerardo Iglesias
Este año anunció una mega compra de 16 plantas de su competidora Marfrig en toda la región, tres de ellas en Uruguay. Por el momento, esta operación no fue aprobada por la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (CPDC), pero Minerva ha recurrido esta decisión.
En cuanto a relaciones laborales, la empresa suele imponer sus condiciones, y aunque se dispone a negociar con los sindicatos, se ciñe a sus principios de cuasi monopolio para presionar en favor de acuerdos que sean favorables a sus intereses.
Desde que llegó a Uruguay, Minerva instaló un sistema rotativo de licencias y seguro de paro entre sus plantas frigoríficas, sistema que muchas veces utiliza como mecanismo de presión en la negociación colectiva.
A un año de la compra de Breeders & Packers Uruguay (BPU), Minerva inició un plan de reestructuración de esa planta, al igual que había hecho antes con Frigorífico Canelones. Para los trabajadores y las trabajadoras, ello supondrá una quita salarial.
“Los compañeros y compañeras salieron de licencia en setiembre. Días antes de volver a las actividades, Minerva los cita a una reunión donde les propuso crear un convenio integral que incluye rebajas salariales, especialmente para el sector de faena”, explicó a La Rel Martín Cardozo, presidente de la Federación Obrera de la Industria de la Carne y Afines (FOICA).
Según manifestó el dirigente, la empresa propone un incremento para sectores como control de calidad y romaneo que tienen entre 20 o 30 trabajadores, y en contrapartida rebajas de entre 5.000 y 20.000 pesos (entre 120 y 485 dólares) dependiendo de la tarea y la categoría.
“El grueso de los trabajadores se desempeña en la faena, y ellos serán los más afectados”, apuntó.
El Sindicato rechazó la medida y la respuesta de Minerva fue que si no se avanzaba en una reestructura salarial a la baja no podrían retomar actividades en el corto plazo.
“La estrategia de Minerva consiste en ir obligando a los trabajadores a moverse y llevarlos de a poco a su terreno de juego”, evaluó Cardozo.
“Luego de que el Sindicato presentara tres propuestas para retornar a las actividades —agregó— Minerva redobló la apuesta y en la última reunión no solo propuso la rebaja salarial sino también de beneficios como comedor y viáticos”.
Según Cardozo, el tire y afloje que promueve la compañía norteña es un clásico con final anunciado: “a cada reunión te ofrezco menos y de esa forma te obligo a aceptar la rebaja salarial con tal que no me quites los beneficios”, señaló.
“La semana pasada mantuvimos una reunión los tres sindicatos de Minerva, Sitfrica (Carrasco), Soofrica (Canelones) y Sindicato de Trabajadores de BPU (Durazno) para delinear acciones para enfrentar la situación que se nos avecina: el tiempo en el seguro de paro, las fechas de las licencias y la posibilidad del ingreso de personal tercerizado para realizar tareas porque Minerva no es una empresa sencilla para negociar”, acota.
El presidente de la FOICA, que es además trabajador de Frigorífico Carrasco y dirigente del Sitfrica dijo que otra de las estrategias que utiliza la compañía es comenzar a llamar a los trabajadores y trabajadoras de forma individual con el objetivo de desprestigiar al gremio diciendo que son los responsables de que no se vuelva a la actividad.
La FOICA junto con el Sindicato solicitó una reunión tripartita en la Dirección General del Trabajo para promover instancias de diálogo y negociación real que hasta ahora no se dio de forma tripartita.
“Esperamos coordinar la semana próxima para poder avanzar y que los trabajadores y trabajadoras de BPU retornen lo antes posible a las actividades”.