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Con Martín Cardozo

Minerva viene por más

A finales de noviembre se supo que están muy avanzadas las negociaciones entre la brasileña Minerva Foods y la japonesa NH Foods para la adquisición del frigorífico Breeders & Packers Uruguay (BPU), ubicado en el departamento de Durazno. La operación preocupa a los sindicatos del sector aglutinados en la Federación de Obreros de la Industria de la Carne y Afines (FOICA).

Amalia Antúnez

14 | 12 | 2022


Martín Cardozo | Foto: Daniel García | Rel UITA

Se estima que el valor de la transacción estaría entre 35 y 45 millones de dólares.

Minerva Foods pasaría a controlar cuatro plantas en Uruguay. Ya tiene tres: Canelones, Carrasco y Pul SA que, en conjunto, en lo que va del año llevan exportados 478 millones de dólares en carne bovina, según datos relevados por Uruguay XXI.

BPU colocó en el exterior por 170 millones de dólares.

Según un detallado informe presentado por el semanario Brecha de Uruguay, el interés específico por BPU radica en que es una de las plantas más modernas de América Latina y cuenta con una capacidad para faenar 1.200 cabezas de ganado por día, lo que determinaría un aumento del 40 por ciento en su capacidad de faena diaria.

Pero la adquisición del frigorífico puede ser el inicio de un acuerdo más amplio, que al fusionar ambas firmas permita a Minerva controlar una de las plantas más grandes de Australia.

Según datos proyectados del Instituto Nacional de la Carne (INAC), Minerva pasaría a concentrar el 28,3 por ciento de la faena bovina total –unos 747 mil animales–, con lo que controlaría el 18 por ciento del abastecimiento de carne bovina refrigerada y productos cárnicos en el mercado uruguayo.

“Todavía no hay ningún comunicado oficial sobre la compra de BPU por parte de Minerva”, dijo a La Rel Martín Cardozo, presidente de FOICA. “Lo que sí hubo fue la visita de una delegación de funcionarios de Minerva al frigorífico BPU, según nos informaron los compañeros”.

Preocupación en trabajadores y productores

Consultado acerca del eventual impacto de esta operación sobre los trabajadores y las trabajadoras, Cardozo señaló que hay cierta preocupación.

“Desde que llegó a Uruguay, Minerva tiene un sistema rotativo de licencias y seguro de paro entre sus plantas frigoríficas. Si ya hace uso y abuso de este sistema con tres unidades, se imaginan lo que hará con cuatro”.

Según explicó el dirigente muchas veces este sistema de rotación se utiliza como mecanismo de presión en la negociación colectiva.

En caso de adquirir BPU, Minerva impondría las mismas condiciones de sus otras plantas, incluida una alineación salarial, considera Cardozo.

La operación también preocupa a los productores rurales, que temen una mayor concentración de la faena y que la empresa brasileña termine pautando los precios en el mercado uruguayo.