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Trabajadores rurales, piezas descartables

La solidaridad en la hora justa

La semana pasada la Unión de Trabajadores Rurales y Afines del Sur del País (UTRASURPA) fue contactada porque en Picada Varela, en el departamento de San José, había cinco trabajadores en situación precaria que deambulaban por la ruta en medio de la noche y el intenso frío de un invierno crudo como pocos.

Provenían de una plantación citrícola en Kiyú, en el departamento de San José, en el suroeste de Uruguay, y hartos de los abusos de su contratista decidieron irse a Salto, más de 400 kilómetros al norte, de donde son oriundos.

Según informó UTRASURPA, los trabajadores laboraron durante un mes en la citrícola Altos de San Gregorio y solo recibieron la paga por una quincena.

Los descuentos sociales que les efectuaron fueron absurdos, por conceptos que solo beneficiaban al contratista, Jorge Dalmao.

El gremio de los trabajadores rurales, con el respaldo de representantes de la central sindical PIT-CNT y de sindicatos como el de los metalúrgicos y el de la construcción, radicó la denuncia ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y accionó a sus bases en busca de alojamiento y alimentación para estos trabajadores.

El sindicato de la industria láctea de Salto (FITIL) donó víveres a las familias de los obreros.

La UTRASURPA comunicó que hoy estos trabajadores estarán embarcando para su ciudad, y la semana próxima comenzarán a trabajar en una empresa citrícola local que les dio empleo.

El gremio agradeció a todos los que colaboraron en la cadena solidaria que tuvo un buen final.

La lucha paga.