Un alto al monopolio en la industria frigorífica uruguaya
La Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia (CPDC) rechazó la operación por la cual la brasileña Minerva buscaba adquirir tres plantas frigoríficas en Uruguay de su competidora, también brasileña, Marfrig. Entre otros fundamentos, sostuvo que el negocio implicaría una posición dominante para la empresa adquirente.
Luciano Costabel
24 | 5 | 2024
Foto: Gerardo Iglesias
Casi siete meses se tomó la CPDC del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para resolver sobre la venta de tres frigoríficos de Marfrig a Minerva; una transacción que forma parte de un acuerdo mayor que involucra a otras 13 plantas en Brasil, Argentina, Chile y Paraguay.
La comisión debió evaluar si con la adquisición de las tres plantas —que se sumarían a las cuatro que ya se encuentran en su propiedad—, Minerva alcanzaría una posición dominante en el mercado bovino uruguayo.
El martes 21 se conoció su resolución: “denegar la solicitud de autorización para la concentración económica proyectada entre Minerva y Marfrig”. Asimismo, tampoco dio lugar a los “remedios” propuestos por las empresas para mitigar los impactos sobre el sector.
La sumatoria de elementos analizados determinó que la operación efectivamente impactaría sobre dos mercados: el de compraventa de ganado bovino con destino a faena y el de compraventa de carne vacuna.
Al respecto, ponderó que el sustancial aumento en las ventas de carne vacuna —tanto en el exterior como en el mercado interno— le daría a Minerva un mayor poder para negociar con los ganaderos la compra de animales para faena.
Una de las técnicas utilizadas por la CPDC para arribar a esa conclusión fue el Índice Herfindahl-Hirschman —utilizado para analizar el nivel y los cambios de concentración en los mercados—. A partir de esa medida, concluyó: “evidencian que la operación crea una posición dominante en el mercado definido”.
En base a distintas pruebas, también valoró que el aumento en el grado de concentración que alcanzaría Minerva (prácticamente la mitad de la faena en Uruguay) tendría un impacto sobre los frigoríficos más pequeños.
Según la resolución, se vería reducida la capacidad de ejercer una presión competitiva efectiva de las restantes empresas, lo que limitaría, aún más, sus opciones para la compra de ganado para faena.
La comisión también determinó que, de concretarse la transacción, no se podía descartar una comunicación periódica entre Minerva y Marfrig, en función de las cláusulas establecidas en el contrato entre las partes, lo que podría propiciar “comportamientos contrarios a la competencia”.
Finalmente, tomó como referencia un informe del Instituto Nacional de la Carne (INAC) según el cual la empresa opera sus plantas industriales con niveles de capacidad ociosa significativos. Un hecho que, de por sí, “cuestiona la importancia de la adquisición de nuevas plantas”.
Por el lado de las empresas, los caminos que les restan por transitar a partir de ahora no son muy auspiciosos.
En principio, podrán recurrir la resolución ante la CPDC y esta tendrá 120 días para responder. Posteriormente, el MEF podrá evaluar el caso y dispondrá de otros 150 días para una decisión final.
Agotadas estas instancias, podrían impugnar la resolución ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo; un proceso que asegura varios años de tratamiento.
Consultado por La Rel, Martín Cardozo, presidente de la Federación Obrera Industria de la Carne y Afines (FOICA), sostuvo que el sindicato todavía se encuentra a la espera de la resolución de las empresas.
Según Cardozo, todavía no se sabe qué solución tomará Marfrig.
“El temor mayor es si va a sostener las plantas o no”, dijo.
La empresa ha manifestado que tienen el compromiso de mantener las plantas en Uruguay.
“Eso nos da un poco de tranquilidad”, comentó Cardozo. Sobre la postura de los trabajadores respecto a la operación planteada, dijo que generaba incertidumbre respecto al futuro laboral, “porque no es que Minerva tenga las plantas a full, sino que tiene un importante margen ocioso entre sus unidades”.