“La empresa nos notificó hace unas semanas su pretensión de realizar una reestructura en algunos sectores de la fábrica, sustituyendo trabajadores por tecnología”, explicó Bermúdez.

Portería, balanza y tratamiento de aguas serán los sectores afectados por los cambios tecnológicos.

“La cláusula del convenio colectivo, que estipula que el Sindicato debe ser notificado cuando la empresa realice alguna reestructura, nos da un margen para negociar con el objetivo de mantener los puestos de trabajo”, señala el dirigente.

La empresa deberá llegar a un acuerdo con el SOEN para poder hacer efectiva la reestructura, pero hasta que la organización sindical no firme no puede avanzar.

Según Bermúdez, los directivos están apurados en realizar esos cambios, pero el Sindicato está analizando con tranquilidad los pasos a seguir y si la introducción de nueva tecnología que promueve AB InBev justifica la eliminación de estos puestos de trabajo.

“Esta empresa ya ha realizado una reestructura similar en otra de sus plantas de Uruguay, la de Nueva Palmira, y ha trascendido además que comenzará a importar cerveza ya envasada desde Argentina, una situación que es altamente preocupante para los trabajadores y trabajadoras de FNC”.

Bermúdez destacó la historia de lucha del SOEN en defensa de los derechos de los trabajadores y por mantener los puestos de trabajo en una región donde no abundan las fuentes laborales.

“Estamos unidos y vamos a pelear por mantener el trabajo, el SOEN es históricamente combativo y se apoya en sus dirigentes de antaño al tiempo que renueva sus cuadros con trabajadores jóvenes que revitalizan la lucha”, dijo.

AB Inbev, la mayor productora mundial de cerveza, parece mantener vivito y coleando el espíritu de lo que el ex secretario de Rel UITA Enildo Iglesias denominó “el gen Brahma”.

Es decir, una suerte de política agresiva de adquisiciones de empresas para después cerrarlas.

El SOEN conoce muy bien esa práctica. La Cervecería y Maltería Paysandú (CYMPAY), que elaboraba la marca Norteña, fue adquirida en 2000 por la brasileña AmBev (hoy AB Inbev), que el 10 de febrero de 2003 la cerró, despidiendo a su personal.

En aquella oportunidad, el sindicato, junto a la UITA, dio pelea y luego de una larga campaña nacional e internacional se logró mantener abierta la maltería, una gesta histórica del movimiento sindical que mostró ser resistente a este gen.

Habrá que estar atentos por si vuelve a atacar.