Domingo Monterrosa Barrios fue un coronel del Ejército entrenado en la emblemática y siniestra Escuela de las Américas del Ejército de los Estados Unidos fundada en Panamá en 1946.
Todas las investigaciones existentes, incluyendo la de la Comisión de la Verdad, le señalan como el comandante al mando de las fuerzas militares que cometieron la masacre de El Mozote, en la que 1.725 personas fueron asesinadas de la forma más horrible durante varios días en diciembre de 1981.
La mitad de ellas eran niños y niñas.
La masacre horrorizó al país y el mundo y es considerada la peor de civiles en América Latina. Monterrosa murió, junto a otros militares, algunos de alto rango, cuando su helicóptero fue derribado el 23 de octubre de 1984.
Desde aquella fecha hasta el pasado 2 de junio, la 3ª Brigada de Infantería de San Miguel, la principal ciudad oriental del país, ubicada en una de las zonas más conflictivas durante el conflicto de los ochenta, llevó el nombre del coronel Domingo Monterrosa Barrios.
Con la llegada de Mauricio Funes al gobierno, en 2009, como candidato de la ex guerrilla del FMLN, se decidió realizar una acción de desagravio a la población de El Mozote y cumplir la recomendación de la Comisión de la Verdad de quitarle a la brigada el nombre del genocida.
Pero tiempo después el ministro de Defensa, el coronel David Munguía Payes, dejó esa decisión en suspenso.
Tampoco la medida de desagravio se concretó.
Munguía fue ministro entre 2014 y 2019 durante el gobierno del ex presidente Salvador Sanchéz Cerén, uno de los cinco principales ex comandantes de la guerrilla del FMLN.
El tema volvió a la palestra con la discusión de una Ley de “Reconciliación” que se discute actualmente en el parlamento, y que vendría a sustituir a la Ley de Amnistía de 1993, la cual ha impedido el juzgamiento de los crímenes de la guerra, declarada inconstitucional el 12 de julio de 2016.
El ex secretario de Comunicaciones de Sánchez Cerén, el también ex comandante guerrillero Roberto Lorenzan, reconoció que no quitar el nombre de Monterrosa a la brigada y otras medidas fueron errores cometidos por “falta de audacia y valentía”
Soldados de la brigada removieron el nombre de Domingo Monterrosa el domingo 2 de junio tras un tuit del presidente Bukele.
Jorge Meléndez, conocido como “Comandante Jonas”, fue miembro del directorio del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) entre 1980 a 1992.
Antes de formar parte de “El Grupo” (organización político-militar clandestina que fue el embrión de tres organizaciones guerrilleras: ERP, PRTC y RN) había integrado la Juventud Demócrata Cristiana y la juventud del Partido Comunista.
Se le consideró como la mano derecha de Joaquín Villalobos durante la guerra civil, otro ex comandante del FMLN, y en 1994 fundó el Partido Social Demócrata, PSD.
El PSD participó de alianzas con el FMLN para ganar las elecciones presidenciales de 2009 y 2014. Varios de sus dirigentes fueron parte de gabinetes de gobierno, entre ellos Jorge Meléndez, a quien Mauricio Funes puso también al frente de una secretaría de Estado creada a su medida, la “Secretaria de Vulnerabilidad”.
Varias investigaciones y testimonios sitúan a Meléndez en el sitio del asesinato de Roque Dalton el 10 de mayo de 1975 en una casa de seguridad del ERP en la colonia Monserrat de San Salvador.
La familia de Dalton no se ha cansado de denunciarlo como uno de los que tomó la decisión de asesinar al poeta.
Meléndez responde que él no era parte de la dirección del ERP al momento del asesinato, y dice que algún día contará su versión de los hechos.
Este lunes 3 fue separado de Protección Civil tras otro tuit de Nayib Bukele, que también disolvió la Secretaria de Vulnerabilidad.
El hijo del poeta, Juan José Dalton, dijo que estas medidas son de “profunda humanidad” y una señal del “fin de la impunidad”.
Pero el nuevo gobierno no se ha sacudido las ambigüedades. Pareciera que decisiones como éstas no siguen una hoja de ruta preconcebida sino una estrategia de marketing político.
El gabinete de Bukele comprende también a figuras vinculadas con la derecha y el vicepresidente, Félix Ulloa, es abogado del asesino confeso de Roque Dalton, Joaquín Villalobos.
La ministra de Economía es hija de una funcionaria del partido de extrema derecha ARENA que encabezó la privatización de las pensiones. El secretario privado de la presidencia era gerente en Mario’s, una exclusiva discoteca propiedad de Bukele, y enfrentó problemas legales vinculados a sustancias prohibidas.
Amigos del presidente han sido puestos al frente de las empresas estatales autónomas que aún quedan sin privatizar.
El director de la Policía tiene una larga lista de demandas relativas a fabricación de pruebas, abuso de poder y violación de derechos humanos.
El ministro de Trabajo es un sindicalista municipal ligado a los gobiernos locales de ARENA en San Salvador y Mejicanos. Mientras Nayib Bukele fue alcalde de la capital apoyó a este gremio afín a la patronal.
El perfil de la mayoría de los funcionarios del gabinete es de tecnócratas ligados a los organismos financieros internacionales, aunque el presidente dice querer romper con el neoliberalismo.
Por lo demás, hermanos, primos, tíos y socios de las empresas del presidente aparecen diseminados en todo el gabinete en puestos estratégicos.
Así de contradictorio e incierto es este gobierno.