La detención de más de 13 nicaragüenses durante los días 14 y 15 de noviembre por su apoyo a las personas en huelga de hambre reunidas en la Iglesia de San Miguel en la ciudad de Masaya, así como el asedio a la iglesia por parte de las fuerzas policiales, representan una violación contra los derechos fundamentales de los ciudadanos nicaragüenses.
Este es un serio retroceso para el proceso político que transmite una señal negativa sobre la voluntad del gobierno de trabajar hacia una salida pacífica y democrática de la crisis.
La Unión Europea hace un llamado al Gobierno de Nicaragua y a las instituciones responsables del cumplimiento de la ley y el orden, a liberar a los detenidos y retirar los cargos, levantar el asedio a la iglesia y garantizar el pleno respeto de los derechos constitucionales de todos los nicaragüenses, incluidos la libertad de expresión, reunión, religión y protesta pacífica, tal como se había comprometido en los acuerdos de marzo suscritos con la Alianza Cívica.
Únicamente la plena implementación de los acuerdos de marzo, un diálogo creíble e inclusivo, así como reformas políticas y electorales según los estándares internacionales, pueden resolver la crisis actual en el país y conducir a una salida pacífica y democrática.
La UE hace un llamado a todas las partes para que reanuden sus esfuerzos y tomen medidas genuinas y constructivas con ese fin, tal como se indica en las últimas Conclusiones del Consejo Europeo del pasado 14 de octubre.
La UE reafirma su compromiso de continuar utilizando todos sus instrumentos para apoyar la justicia y la democracia en Nicaragua y reaccionar ante el actual proceso de deterioro de los derechos humanos y del Estado de Derecho.
Quienes socavan la democracia y el Estado de Derecho en Nicaragua deberán rendir cuentas.
Nota: El título pertenece a La Rel