Las medidas de confinamiento para contener al coronavirus significaron que «alrededor de 34 millones de trabajadores perdieran su empleo en la primera mitad del año en la región”, destaca la OIT.
América Latina y el Caribe es «la región más afectada a nivel mundial en términos de horas trabajadas y de ingresos laborales«, precisó.
«Resulta aún más problemático al considerar que los ocupados informales, mujeres, jóvenes y de menor nivel educativo son los que, en general, han experimentado con mayor intensidad la pérdida de un empleo», añadió la OIT.
Por otra parte, el informe señala que «el sendero de recuperación, que lentamente se está vislumbrando en la región, podría traer aparejado mayor desigualdad social”.
En una Latinoamérica cuyas condiciones antes de la pandemia ya marcaban una importante precarización, la poca oferta de trabajo podría generar campo fértil para generar mayores niveles de explotación laboral.
El mayor impacto en el empleo se sintió principalmente en el segundo trimestre. El estudio fue elaborado con datos de nueve países que representan el 80 por ciento del mercado laboral regional: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Perú, Paraguay y Uruguay.
«Se observa que han sido las mujeres, más que los hombres, y los jóvenes (hasta 24 años), más que los adultos, los que han sufrido, en términos relativos, con mayor intensidad la pérdida de empleo«, apunta la OIT.
Las mujeres representaban la mayoría de la mano de obra en algunos de los sectores de actividad gravemente afectados por esta crisis como, por ejemplo, los servicios de hotelería y gastronomía.
Además, la OIT advirtió sobre las «crecientes dificultades de conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades familiares en un contexto en donde los servicios educativos y de cuidado se han visto profundamente alterados».
Como los salarios en América Latina son «relativamente bajos», quienes perdieron sus empleos no contaban con «recursos financieros previos suficientes para sostener niveles de vida adecuados».
Otro segmento muy afectado son los jóvenes, cuyo trabajo tenía incidencia elevada en hoteles, comercio, y construcción, «actividades fuertemente afectadas por la pandemia».
Con información de OIT