Un panorama poco alentador para el sector cárnico bovino y lácteo
Dos años de TLC:
¿Y de las exportaciones qué?
Un panorama poco alentador para el sector cárnico bovino y lácteo
Para nadie es desconocido que este jueves 15 de mayo se cumplieron dos años de la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos, algunos celebran, pero hay otros que nos preguntamos cómo después de este tiempo aún no hay avances concretos para aprovechar los beneficios concedidos a Colombia, y por el contrario, productos estadounidenses llenan cada vez más los anaqueles de los supermercados colombianos, como en el caso de la carne bovina y los productos lácteos.
Si bien en la última década, la balanza comercial ha presentado un superávit comercial con los Estados Unidos, preocupa que el mismo ha registrado una fuerte reducción a partir de 2012, en el cual se evidenció una caída del 7 por ciento, y para el año 2013 el superávit comercial de Colombia con los Estados Unidos cayó 76 por ciento, pasando de algo más de ocho mil millones de dólares en 2012 a dos mil millones en 2013 como consecuencia de la entrada en vigencia del TLC.
Es así como nuestras compras crecieron 22 por ciento a cambio de una reducción del 15 por ciento en las ventas colombianas al mercado americano.
Específicamente para el caso del sector ganadero, Colombia aún no ha podido llevar ni un kilogramo de carne bovina al mercado de Estados Unidos., debido a que aún está pendiente completar el proceso de admisibilidad que exige los Estados Unidos., que entre otras razones, se ve afectado por el contrabando de bovinos y carne desde Venezuela. (Informe Especial: Panorama ganadero tras 2 años del TLC con Estados Unidos)
Lo anterior explica el hecho que la balanza comercial en el sector cárnico bovino con Estados Unidos sea negativa durante estos dos últimos años.
Mientras que en 2010 y 2011, cuando aún no estaba vigente este TLC, el déficit no alcanzó los 25 mil dólares, en 2012 el déficit alcanzó 1,6 millones de dólares y en 2013 este déficit se incrementó 146 por ciento al registrar 4 millones de dólares.
En este caso, dada la ausencia de admisibilidad sanitaria para Colombia, el déficit es igual al total de las compras realizadas.
Las importaciones colombianas corresponden a compras especialmente de cortes finos que cuentan, gracias al TLC, con libre acceso al mercado colombiano, seguido de cortes industriales que acceden a un cupo libre de arancel. En cuanto a las importaciones de vísceras y despojos, la suma es aún mayor con 1,8 millones de dólares.
En el marco del TLC, se acordó que Colombia otorgará una liberación inmediata en canales y cortes finos, mientras que para carne industrial y vísceras se otorgarán 6.400 tn libres de derechos aduaneros; este cupo crecerá 5 por ciento anualmente.
Por su parte, Colombia tendrá acceso inmediato en cortes finos; para carnes industriales se acordó una desgravación en 10 años y acceso al cupo otorgado en la OMC más 5.000 toneladas.
Estados Unidos también ocupa el primer lugar dentro de los proveedores del país con el 44 por ciento de las compras. Contrario al caso de la carne, Colombia sí ha exportado productos lácteos, específicamente quesos, yogur y arequipe.
Sin embargo, el déficit en 2013 sumó 26,5 millones de dólares, especialmente por las compras de leche en polvo descremada por 3.482 toneladas, 2.000 toneladas de quesos y 1.085 de lactosueros, lo que representa aproximadamente 49 millones de litros de leche fresca.
En 2014 la leche en polvo cuenta con un cupo de 6.655 toneladas, los quesos con 2.795 toneladas, mientras que el lactosuero puede entrar en cualquier cantidad sin pagar arancel.
El cupo de quesos es el que más se ha utilizado a la fecha con el 24,4 por ciento, mientras que la leche en polvo se ha utilizado en 2,4 por ciento.
En relación con las importaciones de lactosuero, cabe resaltar la problemática que para el sector representa; debido a que puede usarse para la producción de derivados lácteos a menores precios, generando una competencia desleal para aquellos productos a base de leche.
El panorama es poco alentador no solo por el gran déficit comercial que presenta el sector cárnico bovino y lácteo, sino por la falta de celeridad en la agenda gubernamental para lograr la admisibilidad sanitaria.
La competitividad del sector en Estados Unidos por sus economías de escala y uso de tecnología, se traduce en alto rendimiento comparado con Colombia, sumado a una participación importante de ayudas y subsidios a los productores, para reducir y estabilizar los precios del mercado.
Por lo tanto, si seguimos en el mismo camino, veremos cada día aumentar la presencia de la carne americana en nuestro país, sin nosotros vender un solo gramo de carne al mercado de los Estados Unidos.