-¿Qué fue lo que pasó?
-Yo ingresé a trabajar en Unilever en 2006 y ya en 2014 comencé con problemas en las rodillas, de ligamentos, del menisco. Estuve en tratamiento hasta enero de 2019, me operé tres veces la rodilla derecha y una vez la izquierda y permanezco con mucho dolor.
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-¿Qué tarea realizabas?
-En 2006 empecé en el sector de margarinas, donde el trajín en la línea de producción afectó mis piernas: estar horas y horas de pie y sin descanso, mucho movimiento en el embalado de los productos, subir y bajar plataformas para surtir las máquinas dispensadoras, entre otras cosas.
-¿Realizaste el reclamo ante la empresa cuando comenzaste con los problemas en las rodillas?
-Sí, los médicos de la empresa estaban al tanto, pues yo presentaba los papeles del seguro. Me sacaron de la máquina y me pasaron al sector “Varios”, donde se supone que la tarea es más leve, pero en la empresa ningún sector es leve.
-¿Cuándo te despidieron?
-El 31 de mayo. Me dijeron que por problemas de reestructuración y por una falta de ese entonces.
-¿Cómo te sientes ahora?
-Estafado. Soy el sostén de mi familia y esto nos afecta a todos.
Tengo cinco hijos, la más pequeña de 7 años y los demás en edad de estudiar. Solo una ya se independizó. El mío era el único ingreso de la familia y ahora, como estoy, tampoco puedo conseguir trabajo.
Además, me dieron una liquidación mínima por los años que he estado, sin tener en consideración mis enfermedades. A las de las rodillas, se sumó una lesión en la columna.
Nunca pensé que Unilever me iba a tratar así. Cuando entró el último gerente, Víctor Acosta, nos saludó personalmente y ahí le manifesté mi problema y lo que me dijo en aquel momento fue: “no te preocupes, tú te tienes que recuperar y reintegrarte a tu puesto de trabajo”. Seguramente somos tantos que se olvidó de mi caso.
-¿Qué pasos legales has seguido?
-Estoy demandando para que me reconozcan mis enfermedades como ocupacionales. Viendo si consigo una indemnización adecuada.
-Mencionabas que ningún puesto en Unilever resulta leve…
-No, para nada. Inclusive me mandaron a la línea sandwichera, donde hay un movimiento grande porque las máquinas si no estás pendiente se atascan. ¿De qué forma me podía quedar sentado?
Además, hay cámaras por todos lados que vigilan a los trabajadores. ¿Te imaginas si me quedo sentado mientras todo se atasca en la línea de producción?
Tenía que seguir haciendo esfuerzos que no podía hacer y todo a sabiendas del departamento sanitario de la compañía.
-¿Qué tipo de medicación tomas?
–Tramadol y otros analgésicos para el dolor que por su parte me traen problemas al estómago.
-Si tuvieras oportunidad de encontrarte y hablar con el mandamás de Unilever, ¿qué le dirías?
-Que nos reconozcan todos los años de trabajo que dimos a la empresa, los años de vida y de salud, y que si fuera posible nos reintegraran al trabajo, donde podamos ejercerlo en condiciones.
Y respeto, exigiría respeto.