La paranoia de Kraft Food Perú
Con Carlos Guerra y Fernando Cobián
Trabajadores bajo vigilancia
La paranoia de Kraft Food Perú
El Sindicato de obreros de Kraft Foods Perú S.A. (SITRACRAFTPERU) salió a las calles para decir “no” a la colocación de cámaras de vigilancia en la planta de producción, una medida que la empresa justificó por razones “de seguridad” pero que se inscribe en una lista de recientes agresiones al gremio.
La nueva gerencia de Kraft Foods Perú S.A., liderada por Federico de las Casas, instaló cámaras en las áreas de producción ante el supuesto riesgo de sabotaje o actos de “bioterrorismo”.
En respuesta a este y otros actos de hostilización, el 4 de agosto los trabajadores realizaron un plantón que congregó a cientos de ellos y a sus familiares.
La Rel conversó con los dirigentes de SITRACRAFTPERU Carlos Guerra, secretario general, y Fernando Cobián, secretario de organización.
-La relación empresa trabajadores ha empeorado. ¿Por qué?
CG- Todo se inició con la nueva administración, especialmente con la llegada de la nueva jefa de recursos humanos, Mónica González, de nacionalidad venezolana.
Allí empezaron los actos de injerencia sindical. Se niegan, por ejemplo, a realizar los descuentos por multas impuestas a los afiliados al Sindicato que incurran en inasistencias injustificadas a las asambleas. Hace 54 años que la empresa realizaba estos descuentos por planilla.
Pero lo que realmente generó gran malestar entre los trabajadores fue la decisión unilateral de la empresa de colocar cámaras en las áreas de producción.
Ante nuestras protestas, y el acuerdo de asamblea general extraordinaria del SITRACRAFTPERU de no hacer sobretiempo, las han retirado, pero aseguran que las volverán a colocar después del proceso de negociación colectiva. Según los directivos, esta medida responde a la política corporativa de Foods Defense para proteger a la empresa de acciones delictivas.
FC- Además, la empresa incumple con el pago de los descansos médicos; realiza descuentos indebidos por refrigerio; no paga las horas laboradas por trabajo en sobretiempo; ha modificado el horario de trabajo sin haber cumplido con el plazo que establece la ley. Todos estos atropellos han sido denunciados al Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, al que le solicitamos una visita de inspección.
Hemos entregado muchos años de nuestras vidas en la plantas de producción, lo logrado por la empresa se debe también al esfuerzo de sus trabajadores, y nos parece una falta de confianza la decisión de colocar cámaras de video
– ¿Esperan que el Ministerio de Trabajo atienda sus reclamos?
CG- Estamos seguros que se va a tomar su tiempo para atenderlos. La empresa tiene como asesor a Jaime Zavala, ministro de Trabajo durante el gobierno de transición del presidente Valentín Paniagua (22 de noviembre de 2000-28 de julio de 2001), que conserva gran influencia en el ministerio.
Hemos acudido a nuestra central, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), y a la Federación Nacional de Trabajadores, Sector Alimentos, Bebidas y Afines (FNT-CGTP-ABA), y también contamos con el respaldo de la UITA. Por el momento, nuestra estrategia es hacer plantones e informar a la matriz sobre los abusos de los gerentes en KRAFT Perú.
– ¿Cómo ha explicado la empresa el pago incompleto de sus salarios?
CG- Dice que hay errores en el sistema, un problema que viene desde lejos. En una oportunidad a mí no me pagaron completo tres semanas, y lo increíble fue que me responsabilizaron de esa situación: “usted no ha marcado su tarjeta”, afirmaron.
Los trabajadores frente a esto estamos desarmados. ¿Cómo probamos que decimos la verdad si ellos son los que manejan las tarjetas?
FC- Hemos presentado nuestra queja ante el Ministerio de Trabajo a fin de que se realice una inspección, pero hasta ahora no se ha llevado a cabo
– ¿Por qué se niegan los trabajadores a las cámaras?
CG- Porque han perdido la confianza en la empresa, están convencidos de que las cámaras tienen como propósito controlar al trabajador, espiarlo.
Es una manera de desestabilizar al Sindicato, más ahora que somos 533 de un total de 710 trabajadores. El número de afiliadas también se ha incrementado: ahora suman 90.
– ¿Qué pretender llevar a la negociación colectiva?
CG- Tenemos cinco puntos importantes que esperamos que la empresa atienda.
Estamos solicitando aumento para el turno tarde y amanecida; que el domingo sea día de descanso; un incremento al monto de escolaridad; responsabilidad social, es decir que la empresa respete la estabilidad laboral de los trabajadores.
También exigimos cambiar el concesionario del comedor Newrest, porque en agosto dos trabajadores consumieron comida con pequeños trozos de vidrio. Desde entonces no estamos consumiendo en el concesionario en ninguno de los tres turnos de trabajo.
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Foto: Julia Vicuña Yacarine