Hacia el Primer Congreso de la Red Internacional de Trabajadoras Domésticas
Con Elizabeth Tang
Paso a Paso
Hacia el Primer Congreso de la Red Internacional de Trabajadoras Domésticas
En el próximo mes de octubre, del 26 al 28, se realizará en Montevideo, el Primer Congreso de la Red Internacional de Trabajadoras Domésticas (IDWN por sus siglas en inglés). Elizabeth Tang, coordinadora de la IDWN, estuvo en Montevideo para organizar junto con la Secretaría Regional esta actividad y dialogó con La Rel sobre la tan importante como difícil tarea, que es organizar a las y los trabajadores del sector.
-¿Por qué se hace el Primer Congreso en Uruguay?
-Porque fue Uruguay el primer país en el mundo en ratificar el Convenio 189 de la OIT, sobre Trabajo Decente para los trabajadores y trabajadoras domésticas y además la UITA -que estuvo involucrada desde un principio en el trabajo de redacción de ese Convenio- tiene su sede regional en Montevideo.
Estos son dos fuertes motivos para el Primer Congreso de la Red Internacional de Trabajadoras Domésticas se realice en este país.
-¿Qué representa esta actividad en el trabajo de la Red?
-Se trata de avanzar un paso más luego de largos años de mucho trabajo en una campaña para que se redactara el Convenio 189 por parte de la OIT y luego para que fuese ratificado.
Fueron 4 años entre el inicio de la campaña y la homologación del Convenio, entonces este Congreso viene a ser una segunda etapa de este trabajo que tiene como principal objetivo que la ratificación del Convenio 189 se extienda a más países en el mundo.
-Además de la ratificación ¿qué otros objetivos tiene el Congreso?
-Entre los principales objetivos está crear un estatuto para la Red Internacional de Trabajadoras Domésticas en el afán de poder constituir una Federación que unifique a nivel internacional, que fortalezca y visibilice el trabajo desarrollado por las y los trabajadores domésticos.
Al tener los estatutos se va a poder elegir una junta Directiva y esto sin dudas representará mayor respaldo y fortaleza a los sindicatos de trabajadores domésticos a lo largo y ancho del planeta.
-¿Cuáles son las principales dificultades en común que enfrentan los trabajadores domésticos?
-Depende mucho de las regiones de donde se encuentren. En algunos países de Asia y África carecen completamente de derechos, muchos trabajan en condiciones análogas a la esclavitud, por un lugar donde vivir y un plato de comida. Las condiciones están muy por debajo de lo que podemos calificar como digno.
La situación se agrava porque además se trata de niñas y niños que comienzan a trabajar en casas de familia a los 8 o 9 años de edad. En Asia por ejemplo muchos países carecen de cualquier tipo de legislación que ampare a estos trabajadores, de hecho el trabajo doméstico no es considerado como trabajo por lo tanto no hay leyes que regulen esta actividad.
Por otra parte en América Latina se avanzó mucho tanto en lo que tiene que ver con legislación laboral como en lo que respecta a la organización de este sector de los trabajadores.
El de México es el sindicato de trabajadoras domésticas más antiguo en el mundo, también cuentan con organizaciones de trabajadores domésticos en Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Uruguay, este último es el que cuenta con la legislación más avanzada en términos de derechos y de trabajo decente.
Pero sin dudas el mayor problema que enfrenta este sector es que son trabajadores aislados, de ahí la necesidad de formar una red internacional para poder coordinar acciones en común y comenzar a presionar a los gobiernos a que legislen, o en su defecto ratifiquen el Convenio 189 pero, sobre todo, que coloquen en la agenda política a estos trabajadores tan postergados.
-¿Qué expectativas tienes para este Primer Congreso?
-Las mejores. Espero que este sea el puntapié inicial para un trabajo conjunto que apunte mejorar las condiciones laborales de trabajadores y trabajadoras domésticas alrededor del mundo.
Aguardo también que sea una red de solidaridad entre personas de diferentes países, con distintas realidades pero con una causa común: mejorar las condiciones futuras de los y las trabajadoras domésticas.
Foto: Rel–UITA