En Guatemala siempre estamos en crisis, así que tenemos training, pero evidentemente no podemos dejar de notar que con la pandemia la situación se agravó. Tenemos un sistema de salud pésimo, que con el Covid-19 desnudó sus innumerables deficiencias.
Sin embargo, a lo interno de los sindicatos hemos tomado las medidas necesarias para evitar los contagios y a su vez hemos negociado esas condiciones con las patronales.
El uso de mascarillas y el distanciamiento social son las dos medidas en las que ponemos énfasis.
En cuanto a la producción, la pandemia no afectó: seguimos con los mismos volúmenes de venta, así que hasta el momento no se han registrado despidos.
Hemos establecido mesas de diálogo para el seguimiento de las medidas de control y prevención del virus y aunque hubo reestructuras dentro de la empresa, no afectaron los puestos de trabajo. Por el contrario, tuvimos un pequeño crecimiento.
En el marco de las negociaciones de las que participa Felatrac logramos que una de las agencias que estaba tercerizada pasara a formar parte del sindicato, incorporando 36 plazas de trabajo y alguna otra labor que hacían terceros, como la clasificación de envases también se sumaron al sindicato.
En cuanto a los procesos de automatización de la producción, todavía no se han dado de forma intensiva acá en Guatemala y cuando se dieron lo que se hizo fue reubicar a los trabajadores en otros sectores dentro de la empresa.
Hemos ido tratando de salir del trabajo precario y de a poco incorporado a los tercerizados a puestos permanentes que garantizan estabilidad y los beneficios del convenio colectivo.
Sobre la negociación colectiva, hace algunas semanas que se cerró una nueva en la planta de ABASA. Teniendo en cuenta el contexto de la crisis sanitaria se negoció un convenio colectivo que contempla mejoras salariales y amplía algunos beneficios.
Stecsa está comenzando la negociación en estos días, que sabemos contará como siempre con el respaldo permanente de la Felatrac y la Rel UITA. En este sentido cabe destacar también, la solidaridad incondicional de nuestra organización hermana de Argentina Fataga, y de los compañeros Raúl Álvarez y Pablo Quiroga, sin ellos nuestra lucha sería mucho más complicada todavía.
Todo esto nos ayuda a mantener estas mesas de negociación donde planteamos los problemas que tenemos y los vamos tratando de solucionar.