“Nunca he sido capaz de averiguar exactamente en qué consiste
el feminismo; solo sé que la gente me llama feminista
siempre que expreso sentimientos que me diferencian de
un felpudo”.
Rebecca West
Impulsadas por el contexto, a todas luces desfavorable para las mujeres y las minorías, las dirigentes sindicales de nuestra Internacional vienen desarrollando diferentes tareas de participación en el quehacer sindical y social para enfrentar el nuevo escenario que se cierne sobre el mundo.
El Comité Latinoamericano de la Mujer de la UITA (Clamu) promueve acciones que permiten abrir nuevos espacios para el intercambio de experiencias, para el empoderamiento de las mujeres dentro de sus sindicatos, y también para destacar su importancia en la comunidad a la que pertenecen.
“¿Cómo llegamos a esta instancia?”, se pregunta Jaqueline Leite, asesora de la Rel UITA en temas de género y diversidad. “En la Regional, un importante número de compañeras viene participando activamente ̶ continúa Jaqueline ̶ , lo que ha hecho surgir la idea de profundizar más sobre sus experiencias, resaltar los avances y dejar en claro lo que hay que mejorar.
Por ello habilitamos puntos de encuentro para conocer de primera mano sus labores y militancia en el empoderamiento de sus pares dentro y fuera de la organización sindical”, explica.
Al mismo tiempo, la Rel UITA trabaja en la inserción de la comunidad LGBTI en nuestras organizaciones afiliadas y en nuestras propias estructuras. La primera actividad sesionó el 27 de agosto de 2016 en Brasil, y desde entonces las labores se han multiplicado en varios países, ampliando el abanico de participación de estos trabajadores y trabajadoras y anexando nuevos desafíos en la agenda de nuestra regional.
El seminario, contó con la participación de 27 dirigentes sindicales de América Latina, del secretario regional, Gerardo Iglesias, y de la secretaria general de la UITA, Sue Longley.
Todas las compañeras se mostraron agradecidas por el espacio y estaban visiblemente emocionadas de verse, aunque fuera a través de una pantalla.
“Para la UITA, que no escatima esfuerzos para estar presente en diferentes problemáticas, y que hace de la solidaridad un principio sindical fundamental, esta situación de la virtualidad nos resulta molesta y extraña”, comenzó diciendo Gerardo Iglesias.
“Las mujeres están sufriendo mayormente esta pandemia, la violencia contra ellas ha recrudecido, los feminicidios se incrementaron. No obstante, son ellas quienes se posicionan en la primera línea en las redes de solidaridad que han surgido en toda América Latina”.
Sue Longley felicitó por su parte a la Regional por la iniciativa, al tiempo que manifestó la importancia de este tipo de encuentros. “Estoy muy contenta de estar con ustedes y de ver a todas las compañeras, de saber que continúan luchando, organizando la solidaridad”, dijo.
Entre las dirigentes mundiales de nuestra organización destacó la participación de Rosecleia Castro, vicepresidenta del Comité Ejecutivo Latinoamericano, de Gisele Adao, vicepresidenta del Comité Mundial de Trabajadores y Trabajadoras LGBTI de la UITA, y de Mónica Buffon, presidenta del Comité Mundial de Jóvenes.
Todas las participantes, y los compañeros varones que se sumaron al seminario, pudieron expresarse sobre esta nueva modalidad de trabajo a distancia por las restricciones impuestas por una crisis sanitaria sin precedentes, y dar el puntapié inicial para un nuevo proyecto que buscará fortalecer los lazos de comunicación y de trabajo entre las mujeres de la UITA.
Una propuesta de fortalecimiento a través del intercambio de experiencias es Clamu te visita.
El propósito general del proyecto es visibilizar las demandas y necesidades de las mujeres y de la comunidad LGBTI en el ámbito laboral, pero el objetivo específico es socializar las experiencias de las afiliadas, demostrar cuáles fueron las actividades con enfoque de género y diversidad que realizaron dentro de su sindicato.
Las organizaciones afiliadas a la Regional poseen vastos ejemplos de trabajos desarrollados en ese sentido, como la Marcha das Margaridas y los encuentros sobre diversidad en Brasil y en Honduras, los seminarios de mujeres de varias afilidas de Argentina, así como experiencias de inclusión de cláusulas específicas en las Convenciones Colectivas en Colombia y la creación del Clamu-G en Guatemala.
De todas estas experiencias se pueden tomar ejemplos y extenderlos a otros países de la región, comenzar a tejer una verdadera red basada en el conocimiento empírico y en el empuje y la voluntad que solo las mujeres pueden y saben tener.