Carlos H Reyes realizó un análisis de la dura realidad que enfrenta Honduras, donde, desde el golpe de Estado de 2009, arrecia la violencia y la criminalización de la protesta social.
“El asesinato de dirigentes y activistas sociales como Berta Cáceres y José Ángel Flores son la prueba de que en Honduras la impunidad es escandalosa. Las grandes transnacionales están destruyendo ríos, acaparando tierras y recursos naturales y masacrando gentes con la connivencia del gobierno”, señaló Reyes.
El histórico dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) destacó la necesidad de una presencia permanente de la Rel-UITA en el país debido a esta nueva ola de violencia y criminalización de la protesta social que ha traído aparejada una mayor precarización del trabajo.
“Lamentablemente esta situación no es exclusividad de Honduras, se está dando en todo el mundo. Es responsabilidad del modelo neoliberal que ha venido triunfando y se ha propagado peligrosamente, cercenando derechos largamente luchados”.