Los dos representantes de ese sector, Riyadi y Nursalam Jamil, estaban trabajando en zonas consideradas rojas por la pandemia de Covid-19 donde muchos comercios están cerrados.
Coca Cola Amatil se escuda en las condiciones que impone la crisis sanitaria para arremeter contra miembros de sindicatos independientes fijando metas, a veces inalcanzables, de llegar al 75 por ciento de las ventas en zonas rojas.
De esta forma, valiéndose de ese ardid despiden o suspenden a dirigentes sindicales. No se ha sancionado a otros representantes de ventas no sindicalizados que no pudieron alcanzar la meta totalmente irreal del 75 por ciento, en una zona donde tantos comercios y negocios están cerrados.
Los trabajadores suspendidos son miembros del Sindicato de Distribución de Coca Cola Serikat Buruh (SBCCD), cuyo presidente Atra Narwanto fue el primer dirigente perseguido y hostigado en los esfuerzos de Coca-Cola Amatil por destruir los sindicatos independientes ya en el año 2016.
Por su parte la filial de la transnacional refresquera en Indonesia, despidió en 2017 a otro líder sindical, Lutfi Arifiyanto, presidente del Serikat Buruh Mandiri Coca Cola (SBMCC).
A pesar de los intentos de la compañía por liquidar a los sindicatos despidiendo a sus líderes, los trabajadores y trabajadoras los confirmaron en sus cargos, en los cuales permanecen hasta hoy.
Sin embargo, la dirección de Coca Cola Amatil se niega a permitir que estos dirigentes representen a sus afiliados sindicales.
La UITA hace un llamado internacional a la dirección de Coca Cola Amatil y a Coca Cola Company en Estados Unidos para que pongan fin a estas prácticas flagrantemente antisindicales de su gerencia indonesia.