Contando los centros de cultivo de salmón, la firma emplea a unos 800 trabajadores, la mitad de ellos sindicalizados.
“Hay muchas parejas, muchos matrimonios trabajando en esas plantas, por lo cual en caso de cierre las consecuencias serán todavía mayores”, destaca el dirigente.
Y apunta: “Nada se nos ha informado de parte de la empresa acerca de esta situación, en ningún momento. El gobierno ha dicho por su lado que quien compre deberá hacerse cargo de los trabajadores, pero no sabemos en qué condiciones, si habrá algún despido”, dice el presidente de CONTRAPECH.
Según viene informando desde hace más de un mes la prensa, tanto española como chilena, Pescanova, la segunda mayor procesadora de pescado de Europa, está en una situación de virtual quiebra y está renegociando su deuda.
A principios de marzo, sus acciones cayeron casi en 60 por ciento luego que anunció que su viabilidad estaba en duda.
La deuda de la firma es gigantesca: de unos 2.000 millones de dólares al cierre de noviembre de 2012, según informó el diario madrileño El País. La crisis del grupo tomó por sorpresa incluso a los medios empresariales españoles, ya que hasta el tercer trimestre de 2012 Pescanova daba la impresión de ser sólida, según declaró a la agencia Bloomberg el analista económica Joao Safara. “Como otras empresas españolas, Pescanova tenía problemas de deuda, pero todavía era percibida como una empresa sólida. Debería haber sido capaz de evitar una situación así”, agregó.
Tal cual sucede habitualmente, quienes por último se enteran de estas situaciones y quienes más las padecen son sin embargo los trabajadores.
Hace algo más de un año, más de cien empleados de la planta de Aysén de Acuinova habían sido despedidos.
“La estrategia empresarial es disminuir el número de trabajadores de la industria del salmón y pesquera en Aysén al mínimo y mandar a maquilar o a procesar las producciones a Puerto Montt o Chiloé.
Esto es un gran escándalo, ya que las compañías están siendo subsidiadas por el Estado en un 17 por ciento por los sueldos de cada trabajador para que se pueda procesar en la región, pero toman este subsidio y mandan a procesar a otras zonas que son mucho más baratas”, dijo por entonces el ambientalista Juan Carlos Cárdenas, director de la asociación Ecocoeanos.
Cancino recordó a La Rel la importancia de la industria del salmón para esta zona del sur de Chile, al aportar, según datos oficiales, cerca del 40 por ciento del Producto interno Bruto de la región.