La sesión de negociación se prolongó por más de 17 horas. La tenacidad y la perseverancia de la comisión negociadora sindical lograron hacer inclinar la balanza a favor de los derechos de los trabajadores.
“La decisión mayoritaria de los afiliados de ejercer el derecho fundamental de la huelga fue importante para que la empresa tomara con seriedad la posición firme del sindicato”, señala en una nota el Sindicato de Backus.
“La firma del nuevo convenio es gracias a la unidad de lucha y decisión valiente de cada uno de ustedes (…) El resultado es que se han mejorado los estándares de los convenios colectivos suscritos entre las partes”, agrega.
De acuerdo a las primeras informaciones, con el nuevo convenio se ha logrado un aumento salarial escalonado para los tres años y un incremento adicional para afiliados que perciben un salario menor a 80 soles diarios (19 dólares).
También habrá un bono por cierre de pliego de 3 mil soles (728 dólares) y otro por la cláusula de quinquenio para aquellos trabajadores que no lo recibían desde 1993, ya que había sido imposible incorporarla en los antiguos convenios.
Asimismo, se logró la subvención al 65 por ciento del costo de la alimentación y acortar la brecha que existe entre algunas sedes con referencia a varios beneficios.
Otro de los alcances del nuevo convenio fue la condonación del 50 por ciento de la deuda con la empresa de los trabajadores catalogados como “personal vulnerable” y otros beneficios relacionados con el transporte y las plantas de producción.
“Ha sido una lucha muy tenaz, muy dura, pero al final logramos un convenio muy favorable para los trabajadores y trabajadoras”, dijo a La Rel Luis Samán, secretario general del Sindicato de Backus.
El directivo sindical, despedido por la compañía y cuya posible reinstalación será abordada en los tribunales el próximo diciembre, reconoció la importancia del apoyo recibido tanto por los congresistas Isabel Cortez y Sigrid Bazán, como por la CGTP y los asesores que acompañaron el proceso de negociación.
También agradeció el apoyo y la solidaridad internacional de los trabajadores belgas a través de FOS y la atención y cobertura mediática de la Rel UITA, así como la intermediación de la Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral (Sunafil) y el apoyo de muchos sectores.
“La empresa tuvo que recapacitar y abandonar su actitud cerrada. No cabe duda que fue el resultado de un gran esfuerzo colectivo. Todo el equipo se mantuvo en reunión permanente y sin descanso durante las últimas 24 horas, y finalmente logramos ese importantísimo resultado”, concluyó Samán.