-La violencia de género es un tema crucial en Perú.
-Sí, y es parte de la crisis global que nos afecta. No tenemos políticas efectivas que permitan detener esta violencia. Y es una violencia brutal. Nos están violando, asesinando, y frecuentemente los agresores pertenecen al entorno familiar de las víctimas.
No hay trabajo, no hay buena educación, ni buena salud, y la población está en zozobra.
Ante esta situación, miles de mujeres hemos estado organizándonos y movilizándonos, pero no es suficiente.
Vamos a reunirnos nuevamente para ver qué estrategia vamos a adoptar, porque del Estado no podemos esperar nada. El presidente ha llegado al punto de decir que lo que pasa a las mujeres violentadas se trata de “designios de Dios”.
Desde el punto de vista legislativo tenemos muy buenas leyes, pero nunca se cumplen. También tenemos un poder judicial corrupto y todavía sufrimos los efectos del sistema impuesto por el expresidente genocida Alberto Fujimori.
No sé qué está pasando en nuestra patria. Hay una violencia nunca antes vista contra las mujeres y lo único que nos queda es organizarnos más.
-El ámbito laboral no es ajeno a esta violencia hacia las mujeres…
-Lamentablemente también ahí hay una violencia muy marcada y una discriminación en cuanto al salario y a las oportunidades, que es otra forma de violencia, en un país donde el 73 por ciento del trabajo es informal.
Como CGTP hemos decidido asumir el desafío de convocar a las mujeres, y no siempre es fácil porque tienen temor.
También vamos a necesitar del apoyo internacional para elevar el nivel de presión hacia este gobierno, para que actúe ante una situación que es grave y apremiante.
-Se observa además una mayor incidencia de la trata de personas…
-Así es, sobre todo la trata de niñas, donde hay muchas desaparecidas. Por otro lado, el crecimiento de la minería, fomenta múltiples episodios de trata de mujeres peruanas y venezolanas.
Tenemos un país tan lindo, pero un sistema tan inmoral y corrupto.
El pueblo está muy indignado y necesitamos urgentemente de una Asamblea Nacional Constituyente para cambiar las cosas.
En Lima,
Gerardo Iglesias