-¿Qué sucede con la negociación?
-Actualmente estamos en un pequeño receso hasta mañana viernes 2 de febrero, cuando nos volveremos a reunir para escuchar una nueva oferta.
Comenzamos a dialogar en octubre del año pasado y avanzamos en cláusulas sociales como el bono escolar, las licencias sindicales y por matrimonio, entre otras, todo esto dentro del trato directo.
Lamentablemente, en esta ocasión la negociación se dilató más de lo previsto. En años anteriores, a principio de enero ya habíamos firmado el convenio.
-¿A qué crees que se debió esta demora?
-Se han dado una serie de cambios en los mandos medios de la empresa en el país y ya tuvimos dos gerentes distintos en lo que va de la negociación.
En mi opinión, ninguno de ellos ofrece un real conocimiento del proceso en Panamá y eso nos ha llevado a tardar más. Por otra parte la postura de Nestlé con respecto al incremento salarial es muy rígida.
Se están valiendo de un decreto gubernamental que estipula un incremento de 6,5 por ciento para el salario mínimo nacional y nos están ofreciendo eso, algo muy alejado de lo que pretendemos.
-¿Qué expectativas tienes para la reunión del viernes?
-No son las mejores, pero esperemos que Nestlé recapacite y se acerque a las reivindicaciones del SITEA.
No podemos aceptar ese 6,5 por ciento porque eso significaría gran retroceso.