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Declaración de Sergio Ramírez ante el pedido de captura en su contra

“Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio”

La dictadura de la familia Ortega me ha acusado a través de su propia fiscalía, y ante sus propios jueces, de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, menoscabo de la integridad nacional, y otros que no he tenido tiempo de leer, acusaciones por las que se encuentran presos en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes.

Sergio Ramírez


Ilustración: Lauzán | CartonClub

No es la primera vez que ocurre en mi vida. En el año de 1977 la familia Somoza me acusó por medio de su propia fiscalía, y ante sus propios jueces, de delitos parecidos a los de ahora: terrorismo, asociación ilícita para delinquir, y atentar contra el orden y la paz, cuando yo luchaba contra esa dictadura igual que lucho ahora contra esta otra.

Las dictaduras carecen de imaginación y repiten sus mentiras, su saña, su odio, y sus caprichos.

Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder, y la misma mediocridad de quienes teniendo en su puño los instrumentos represivos, y habiéndose despojado de todos los escrúpulos, creen también que son dueños de la dignidad, de la conciencia y la libertad de los demás.

Como anuncian que van a allanar mi casa, lo que van a hallar es una casa llena de libros. Los libros de un escritor. Los libros de toda mi vida.

Soy un escritor comprometido con la democracia y con la libertad, y no cejaré en este empeño desde donde me encuentre. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre.

Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio.